Capitulo 11 Tratos

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En otro lado

Un par de figuras caminaban por un pasillo oscuro y húmedo, apenas iluminado por un farol que llevaba uno de ellos. Ambos estaban ocultos bajo una capa.

-¿Oye estás seguro de que es aquí? - pregunto el que estaba atrás. Su cabello blanco, ojos violeta y dientes afilados como tiburón.

-Ya te dije que si - Aspecto el de frente. un joven rubio de cabello largo y ojos azules. Deidara volvió a caminar, siendo seguido de muy mala gana por Sugetsu.

Sug - este lugar realmente apesta - dijo molesto.

Dei - ¿puedes dejar de quejarte por un momento? -

Sug - si realmente quieres eso, entonces apresurémonos y salgamos de este lugar - afilo su mirada "Necesito rescatarla" pensó para él.

Tras lo sucedido en el bosque, Sugetsu había descubierto la verdad detrás de lo que ellos habían estado haciendo a lo largo de los años. Parecía difícil de creer que la persona que los había salvado a el y a Karin resultó ser un maldito sin moral, pero no pudo negarlo cuando Naruto le mostró la verdad, de la verdadera razón por la que Orochimaru había buscado a karin durante tantos años. Pero eso ya no importaba.

Lo único que Sugetsu deseaba era rescatarla, incluso si tenía que caminar por ese asqueroso lugar con el traidor de Deidara.

Dei - Llegamos - Sugetsu estaba tan absorto en sus pensamientos que no se percató cuando llegaron a su destino. Una puerta color madera. En la parte superior parecía haber una rejilla de donde se podía distinguir algo de luz. Deidara tocó tres veces la puerta, 10 segundos después la puerta se abrió.

Un hombre bajo y cubierto totalmente por una capa negra como la noche se asomó. Era mucho mas bajo que ambos jóvenes. Su mirada viajó hacia el rubio.

-Joven Deidara - la voz sonó rasposa, parecía la de un hombre mayor.

Dei - Ha pasado un tiempo - con una especie de... gruñido, el hombre abrió la puerta y dando espacio para que ambos jóvenes entraran.

-El amo te espera - Dei y Sugetsu se internó en la pequeña habitación. El cuarto a diferencia de la cueva estaba confeccionado con un material, que parecía ser metal, lo suficientemente fuerte para resistir un derrumbe. En el fondo divisaron una cabellera blanca como la nieve. Una persona mayor estaba encorvado frente a su mesa de trabajo, Este estaba lleno de objetos que parecerían de un joyero.

Deidara no sabía el nombre del "Vendedor de Joya" casi todos lo conocían por ese seudónimo y pocos lo habían visto en persona. Pero si algo estaba claro era que no había ninguna pieza que esta persona pudiera conseguir.

-asi que el Bombardero ha decidido venir a visitar - el hombre no se volteo para verlo. Hubo un tiempo en que Deidara había hecho varios trabajos para el. Aunque para ser preciso, mas bien fue su  mentor. El fue el que le enseño a usar las Bombas. Al principio usaba su habilidad para hacer túneles, pero cuando no pudo soportar pasar tanto tiempo bajo tierra se fue. 

Dei - ha pasado un tiempo - dijo con respeto

-SII - El anciano tomó una pequeña piedra entre sus manos - Escuché que estabas con un grupo problemático - la mirada del rubio se tensó. mientras el antaño alzaba la piedra sobre sus ojos

Dei - eso está en el pasado - Contestó con brusquedad - Necesito tu ayuda - El anciano bajó la piedra y miró por el rabillo del ojo, notando la mirada dorada de los ojos, que pese a los años no había perdido su intensidad - Necesito un cristal de Kyubi - el hombre parpadeo.

-Hoo, eso si es nuevo - dejó la piedra en su mesa de trabajo y se levantó - Nunca pensé que te interesaras por esa pieza tan extraña -

Dei - hay pocas personas en el mundo que podrían tener una -

El Reino de un DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora