El Reino de un Dios

Capitulo 5: Promesas

Flash back Sasuke

Caminaba hacia la sala de curación, eso hombre había sobrevivido dos semanas con el veneno en su cuerpo, viajando desde su tierra hasta aquí solo para pedir la ayuda de mi padre. Era un hombre admirable.

Estaba acostado en la cama, las vendas cubren casi toda su cabeza a excepción de la boca y la nariz, donde estaba la mascara de oxigeno, casi todo su cuerpo estaba vendado, estaba conectado a diferentes máquinas que monitorean sus signos vitales. Según tenia entendido, no había recuperado la razón desde que llegó al castillo.

Según Tsunade, su fuerza de voluntad fue lo único que le permite tolerar el veneno hasta ese momento y tal vez es lo único que le permita seguir vivo. Me acerque a la cama, contemplando su cuerpo, de no ser por el sonido de las máquinas y su tranquila respiración cualquiera pensaría que ya estaba muerto.

Las alarmas comenzaron a sonar, miré los aparatos, Tsunade había salido un momento a ver otro paciente ¿que tenía que hacer?, estaba apunto de salir corriendo por ayuda, cuando sentí su mano en la mía.

-¿donde? - sentí su mirada en mí, pese a que no podía verme - ¿donde... estoy? - lo mire por un segundo antes de tomar su mano.

Sas - en el reino del Fuego -

-¿Fuguka.... Fuguka... -

Sas - es mi padre - se llevó la mano al pecho y se arrancó algo

-El príncipe.....- colocó el amuleto en mi mano - mi hijo... - se le quebró la voz - por favor.... - rogó, -por favor..... ellos.... - una mano externa me aparto, No me había dado cuenta cuando Tsunade había entrado en el recinto, lo llamó por su nombre. Contemple la escena consternado, mientras yo apretaba la piedra en mi mano.

No podía decirle, que su hijo y el príncipe habían muerto en el ataque, no sabría como decirlo, mire a la gente que lo trataba.

Una doctora me tomó y sacó de la habitación. La puerta se cerró y yo contemple la madera, esperando que los médicos lo salvaran. Pasó un largo rato, todo el ajetreo dentro de la habitación había sido silenciado poco después de que se cerraran las puertas frente a mi. Me aferre al objeto que tenía en la mano.

Ese hombre había despertado después de tantos tiempo, un hombre leal a su país y su familia. Abrí mi mano, una pequeña piedra rectangular de un color verde jade, con dos cascabeles a los costados, sujetado por una delgada cuerda de color negro.

La imagen de ese hombre al despertar. el como me entrego el collar, como pidiendo que se lo entregara a su legitimo dueño, su hijo. 

Sas - si ellos están vivos los protegeré - apreté la piedra, sintiendo como se marcaban los bordes en mi mano - pero si están muertos, juro que te vengare, que los vengare, traerá justicia a tu gente y a ti-

Ahora Sasuke

Miraba hacia fuera mientras los recuerdos me invaden, en mi mano todavía llevaba esa piedra color jade que me había dado. Sonreí con tristeza. Había prometido encontrarlo, pero también había dado por hecho demasiado rápido su muerte.

Kak - ¿qué sucede sasuke? - mire la piedra en mi mano.

Sas - Kakashi, crees que nos apresuramos - sentí sus ojos en mí - al dar por hecho que estaban muertos -

Kak - es difícil saberlo - escuche cuando se acercó - durante ese tiempo, el fuego no podía ingresar, incluso los espías que enviaron no sabían nada al respecto - ¿Qué hubiera pasado si los hubiera encontrado? no podía evitar preguntarme, ¿Cómo habría sido?

Sas- Tienes razón - me coloque la piedra alrededor del cuello antes de mirar a mi maestro. - ¿tienes noticias? - es asintió.

Kak - Si, parece que la expedición partirá dentro de dos días - abrí grande los ojos.