Deidara.
No pude descansar, a pesar de que el imbécil de Suigetsu, había dormido como oso en invierno, yo no pude, esa mujer era de lo mas extraña, y al igual que yo permanecía despierta toda la noche, con los ojos perdidos entre el exterior y el fuego de la fogata.
Le recalque que esa fogata era una amenaza "Si tu lo sabes, ese sujeto igual, así que no creo que pierda su tiempo con alguien que evidentemente esta siendo descuidado " había dicho, pero debía darle la razona, es posible que yo llegara a la misma conclusión.
-¿Por qué no descansa? - dijo sin borrar la sonrisa de sus labios - seguramente estás agotado de pelear con ese tipo.
Dei - gracias por tu ofrecimiento, pero me encuentro perfectamente - ella amplió un poco su sonrisa.
-¿Enserio? - alzó una de sus perfectas cejas - bueno, supongo que tu pequeño orgullo no te permite admitir que una hermosa joven salvará tu pellejo - le sostenían la mirada. - mj - tomó una pequeña vara y comenzó a mover - créeme que si deseara matarlos ya lo habría hecho -
Dei - pero tampoco revelas tus intenciones - respondió - por lo que no puedo confiar a ti - ella sonrió aun mas.
-Eso debería decirlo yo Deidara - su rostro se torno serio y un escalofrío subió su columna - después de todo, tu junto a otros miembros de Akatsuki se han encargado de secuestrar a una gran cantidad de personas de diferentes ciudades alrededor del mundo, no solo a convictos, sino a familias, incluso niños -izo un especial énfasis en lo último. No pude evitar que aquellas caras de los infantes pasaron por su mente, pero borró eso en un segundo, ya no podía cambiar su pasado, pero podía intentar cambiar el futuro. solo en ese momento, se lamentaría por sus actos.
Sus ojos estaban pegados a la chica y bajo su mano hacia su bolsa donde guardaba su arcilla explosiva. - debo decir que fue muy tentador dejarte morir, ya que ni con tu vida podrás reparar el daño que provocas -
Die - si sabes quien soy ¿por que me ayudas? - ella lo sabía y la frialdad en su mirada dejaba en claro que no era una amiga.
-A pesar de que te mereces eso y mas, tu tienes algo que necesito, es por eso que te deje vivir - algo que ella quería.
Dei - ¿y que podría ser? -
-lo que todo el mundo busca... Información - sus ojos estuvieron fijos el uno en el otro y una sensación familiar aparecía en aquellos ojos. -asi que tal vez podamos ayudarnos mutuamente -
Dei -eso depende de que es lo que quieras saber - aleje mi mano de la bolsa. ella sonrió.
-Primero recupérate, no sería justo que me enfrentara a un herido - mire mis brazos, los vendajes y puntos que había colocado me permitían mover mis brazos, pero el dolor punzante persistía. Desconocía el poder de esa mujer, pero en este estado dudaba que realmente él pudiera hacerle frente. Después de todo, fue quien nos salvó de Kakuzu. Por el momento, lo mas inteligente era esperar y observar. si era verdad lo que decía, ambos estaríamos a salvo por ahora.
dei - y bien ¿que desea saber de mi una chica del reino de la arena? - juzgando la banda en su cintura era evidente de donde venía.
-estoy buscando a alguien - dijo mas relajada, el brillo cambio en su mirada, como una pequeña esperanza. -
Después de eso, la chica, solo se quedo callada mirando el fuego, y yo a ella. a la mañana siguiente suigetsu despertó como si nada, con una gran energía renovada. decidido a reanudar el camino, habíamos perdido la piedra del zorro, pero era mas que claro a donde se dirigiera kakuzu y a quien lo entregaría, si era cierto, había una alta probabilidad de que dicha joya la encontraríamos en aquel lugar.
pero, con mis brazos en ese estado, me era casi imposible realizar mi jutsu. Asi que no quedo de otra que andar, pero para mi sorpresa la joven realizo un jutsu, donde uso su abanico como transporte. No confiaba en ella, pero necesitábamos darnos prisa. Necesitaba reunirse con los otros.
En otra parte
Después de salir de aquella cueva, Naruto y Sasuke se pusieron en marcha, el rubio había detectado un rio cerca, por lo que se dirigieron a el, su suministro de agua se había acabado dentro de aquella extraña cueva, por lo que lo mejor era abastecerse. Naruto no detectó enemigos cerca, por lo que aprovecharon esta oportunidad.
Tras llenar sus cantimploras, Sasuke propuso seguir río arriba, ya que generalmente estos, podían conducir a un poblado. En un principio, parecía peligroso, ya que era mas que obvio que ambos podrían tomar esa decisión, pero si tomaban en cuenta que el enemigo conocía la capacidad de Naruto de detectar las vibraciones ellos optaron por un ataque a distancia como la última vez. Además de que sería obvio que ellos preferirían esconderse en el bosque antes de estar en una zona tan expuesta como sería un río. Era una apuesta arriesgada, pero necesitaban encontrar donde estaban los mas pronto posible. Necesitaban volver al bosque.
Sin mas, ambos comenzaron a avanzar río arriba, pasaron varias horas, no hablaron y no se detuvieron, no hubo señal de enemigos en el camino, y cuando se dieron cuenta el cielo comenzó a tornarse rojizo, la noche se acercaba y todavía no había señal de algún poblado.
Se detuvieron un momento a la orilla, necesitaban comer y reponer fuerzas. por lo que ese lugar debería ser bueno para tomar un pequeño descanso. Sasuke por su parte contempló su pierna, el vendaje había ayudado mucho, pero la herida seguía sangrando, él realmente necesitaba descansar, pero solo con su fuerza de voluntad y orgullo fue lo que le permitió soportar todo ese tiempo, pero estaba al borde de su límite.
tomo asiento en una de las piedras cerca del rio y respiro profundamente, contemplando su pierna, parte de la sangre había sobresalido del vendaje. Por su parte Naruto se acerco al rio para lavarte la cara pero apenas se inclinó, sus ojos se quedaron fijos en el lugar, un escalofrío subió por su columna, sus ojos contemplar el rio, las rocas, los árboles, e incluso una pequeña cascada que se formaba con el desnivel del rio del lado contrario. Era una sensación de lo mas extraña.
Sas - ¿sucede algo? -
Nar - No... yo solo - se levantó y lo miró, pero como debía explicarlo, al mirar nuevamente de ese lado, miro la sombra de una chica tomando algo del río y regresando al bosque. sintió como la sangre escaba de su rostro, de sus brazos, una sensación de que debía correr. Esa mujer... él la conocía.
Sas - He... Naruto - no pudo evitar ir detrás de ella, era como un instinto. - mierda - Sasuke se levantó y fue detrás de él, Naruto perdió de vista a la mujer, pero su cuerpo se movía, como si conociera aquel lugar, pero ¿por qué?, sabía perfectamente donde había una piedra, los árboles, dónde dar vuelta. conocía ese camino como la palma de su mano pero ¿por qué?.
Sus pasos se volvieron mas lentos, y tras salir de unos árboles, por fin lo vio, un leve escalofrío provocó un sudor frío, su cuerpo le decía que no debía estar hay. A primera vista, parecía una choza vieja y abandonada, lo suficiente para que alguien pudiera vivir hay. Por la condición en la que estaba era mas que claro que llevaba abandonada mucho tiempo. Naruto no sentía temor por esa cabaña, sino.. por lo que había debajo.
Sas- Oye, ¿qué crees.. - él miró la vieja choza y se posicionó a su lado. - conque era eso. si había encontrado un refugio debiste decírmelo idio.. - el azabache, noto el color pálido de su rostro.
Nar - no es.. una choza - respondió mientras sus manos se apretaban - este lugar ... - Sasuke, estaba consternado, ¿por que el rubio parecía temerle a este lugar? el activo su sharingan, y para su sorpresa, era tal como el rubio decía, debajo de esa cabaña. podía ver un túnel y el la parte de hasta abajo , había una especie de estadio, y alrededor de él, podía distinguir algunas mas habitaciones incluso celdas. ese lugar...
Nar - Nosotros estamos en el valle del fin - Sasuke no pudo evitar abrir grandes los ojos, y Naruto entendió por qué era conocido. él nunca había estado ahí, pero el anterior Jinshuriki si, ese lugar es donde había estado su madera kushina y donde también había conocido a Minato.
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El Reino de un Dios
FanfictionTras descubrir el secreto de su nacimiento, Naruto y Gaara tendrá que enfrentar la consecuencias de sus actos. Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto