001

102 16 4
                                        

𝚔𝚊𝚝𝚑𝚊𝚛𝚜𝚒𝚜

Después de dejar en Huening en su casa, volví a quedarme solo con él, seguía sentado en los asientos de atrás, sin decir nada, solo asomando su cabeza por la ventana como si hubiese algo interesante afuera.

Ocasionalmente lo observaba por el retrovisor, su cabello bailaba con el aire de una manera hermosa, y en el proceso secaba las lágrimas que caían por sus mejillas.

No podía creer que enserio se hubiera molestado por lo que había dicho antes, solo estaba bromeando, ¿por qué era tan exagerado?.

Decidí romper el silencio.

— ¿Qué tienes? — le pregunte, él se negó a responder y de haber sido por mí, hubiera dejado la "conversación" hasta ahí, pero ese no era el caso. — ¿Es por lo de hace rato? ¿Enserio te enojaste por eso?

— Yo solo me preocupo por tí y a tí parece importarte un carajo.

— Es porqué no quiero tu preocupación.

— ¿Y cómo esperas que no me preocupe? Siempre te guardas todo, Yeonjun, nunca me cuentas cómo estas, no pude contactarte por dos semanas, no respondias mis llamadas y hoy de puro milagro la atendiste, no sabía si te había pasado algo malo, si estabas bien, y llegas a mi casa con esa puta cara tuya y me sonríes como si no supieras todo lo que hiciste. Trato de brindarte ayuda y la rechazas.

— No quiero tu ayuda. — Beomgyu suspiro

— ¿Por qué cambias de repente? Antes de las vacaciones siempre me contabas un poco, y ahora, nada. ¿Qué cambió? ¿Qué pasó? Es lo único que quiero saber.

Mis manos agarraron con fuerza el volante. Quería decirle que se cayara, ¿por qué le importaba tanto mi vida?.

— Nada, nada cambio. Deja de ser tan paranoico, suenas como la mamá de Soobin. Queriendo saber y tener el control de todo.

— No quiero saber todo, Yeonjun. Solo quiero saber cómo estas.

— Estoy bien.

— No lo estas. Con solo verte sé que no has estado durmiendo bien, estás tan irritable que me estresas — solté un risa amarga mientras ladeaba la cabeza un poco, haciendo que mis huesos tronaran.

— ¿Por qué mierda insistes tanto?

— ¡Por qué me preocupas, maldita sea!, ¡¿cuantas veces tengo que decirlo?!

— Ya te lo he dicho, no quiero nada de tí.

— ¿Lo ves? — su voz se quebró y algo dentro de mi igual lo hizo cuando lo escuche, mire por el retrovisor con miedo a verlo con su ceño fruncido y lágrimas cayendo por sus mejillas. Lamentablemente me encontré con ello, Beomgyu siempre encontraba la manera de hacer sentir fatal — Estás siendo un idiota conmigo.

— Beomgyu...

— Está bien si no quieres mi puta ayuda, perdón por molestarte, solo tenía miedo de que te hubieras matado, porqué no supe nada de tí en dos semanas. — tomó la manejilla de la puerta y me miro por el retrovisor. — Quiero bajarme, para el auto.

— Deja de decir estupideces

— ¡Para el auto!

— No lo voy a hacer.

— ¡Para el puto auto o bajo a mi manera! — sus gritos fueron un golpe bajo para mis oídos, se supone que había salido de mi casa para dejar de escucharlos. Siguió repitiendo las mismas palabras una y otra vez, y por un momento quise chocar, cree miles de escenarios donde todo esto terminaba en un accidente, y por fin se callaba. Pero seguí conduciendo, aumentando más la velocidad con forme sus gritos se hacían más fuertes.

Ékstasi | yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora