"Un período de crecimiento puede considerarse un agujero universal que se coloca en la vida de cualquier persona en un determinado momento.
Por grande o pequeño que sea, a medida que pasamos ese período de tiempo, experimentamos hambre espiritual y...
Observé a Beomgyu por varios segundos buscando algo que decir, cada vez nos acercabamos más a su casa y él se veía cada vez más deprimido, como si se estuviera preparando mentalmente para cuando estuviera dentro de ella. Estaba cabizbajo y desde que habíamos pasado a dejar a Tae y a Huening a sus casas no había dicho ni una sola palabra. Él notó mi mirada y me sonrió, yo igual lo hice, luego volvió a mirar hacia enfrente y se detuvo, yo noté casi al instante su ausencia a mi lado, me gire a verlo y creí que diría algo, pero no lo hizo, solo me tomó de la mano y la jaló para que me acercara a él. Se quedó un buen rato mirando nuestras manos antrelazadas, luego alzó la vista y de nuevo creí que diría algo, pero no lo hizo, otra vez, así que yo terminé rompiendo el silencio
- ¿Pasa algo? - negó con la cabeza
- Sólo... Me preguntaba... ¿Qué va a pasar ahora?
- ¿Cómo?
- Con nosotros, ¿qué va a pasar?
- ¿Qué quieres que pase? - le pregunté acariciando sus nudillos con mi pulgar. Él me miró y sonrió tímido. Dió unos pasos cortos y juntó nuestras frentes.
- No lo sé. Nada de esto va a afectar nuestra amistad, ¿verdad?
- Por supuesto que no... - le aseguré acariciando su mejilla. La gasa que tenía anteriormente sobre ella ya no estaba y su herida parecía estar sanando bien. - Sólo fue un beso tranquilo...
- Oh... - su voz se escuchó triste. - Está bien... supongo... - murmuró separando sus manos de la mía y abriendo paso a la distancia entre ambos - Ya... Ya me tengo que ir, mi papá no ha de tardar en llegar - cuando estuvo a punto de darse la vuelta, yo lo tomé de la muñeca, y no supe por qué, sólo lo hice. Él me miró confundido y sin pensarlo lo atraje de nuevo hacia mí acuñando su rostro entre mis manos. Sentí sus manos agarrar mis muñecas como si tuviera la intención de quitarlas, pero se rindió en cuanto mis labios se estrellaron contra los suyos. Sus manos descendieron por mi brazos y terminaron en mi cintura la cual sujetó con fuerza. Mis labios se movieron con delicadeza sobre los suyos, haciendo del beso algo silencioso y tierno a la vez.
Me separe después de unos segundos y lo único que pude decir fue - Descansa... - él me miro confundido pero después sonrió, me dio otro beso y se fue, dejándome con otro dilema nuevamente.
Sentía mis mejillas arder al igual que mi cuerpo, mi corazón estaba latiendo como loco y aún podía sentir sus labios sobre los míos.
Cuando llegué a mi casa fui directo a mi habitación y me desplomé sobre la cama, no podía dejar de pensar en lo que había pasado, sentía un tirón en el estómago cada que recordaba como se sentían sus labios y terminaba dando vueltas sobre el colchón como un niñito emocionado, después de un rato me tranquilice y me quedé viendo el techo mientras abrazaba mi almohada donde había ahogado incontables gritos en los últimos minutos. Sabía que lo que sea a lo que estuviera jugando con Beomgyu era como el fuego, peligroso, y si no sabíamos controlarlo, los dos saldríamos lastimados, lo sabía muy bien, sin embargo quería seguir sintiéndolo, quería sentir como ese fuego me quemaba por dentro cada que nuestros cuerpo tenían ligeros roces o cuando nuestros labios se mezclaban, quería sentirlo toda mi vida y me importaba una mierda si salía lastimado en el proceso.
Amaba a Beomgyu, tanto que daría cualquier cosa para estar con él.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.