Primer libro de la serie "Chicas y mentiras"
Sue Abney tenía un secreto.
Serenity, Kate, Uxue y Mary han decidido descubrirlo.
***Advertencia: Esta historia contiene temas sensibles como el suicidio, ansiedad y acoso***
(Feb-2020 / 02-ago-2024)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Existen dos palabras para definir los días que siguieron: decepción e inocencia.
Pensamos que nuestro plan iba a funcionar y que tendríamos éxito, o por lo menos eso decíamos porque estaban listos los pasos para la caída del periódico escolar, sin embargo, la realidad nos bajó de la nube perfecta en la que creímos estar.
El miércoles, al terminar la última clase, Kate hizo de todo para hablar con el profesor Rivers y hacerle ver el daño que hacía esa actividad en la escuela. Eso no sirvió de mucho, debido a que el señor dijo que el futuro de esta no estaba en sus manos y que era decisión del director o de los alumnos. Al recibir esa respuesta, las demás nos pusimos a la tarea de elaborar una presentación en PowerPoint para mostrársela al director al día siguiente.
Las razones fueron perfectas, de hecho, todo lo redactamos con extremo cuidado. Incluimos el daño de los chismes, el medio ambiente, así como el deterioro de la mente estudiantil si este seguía imprimiéndose. Pero, al día siguiente al presentarlas al director, dijo que no podía hacer caso a nuestra solicitud porque no había una petición firmada por la mayoría de los alumnos, o por el profesor encargado. Por lo que nos vimos obligadas a ponernos de acuerdo para realizar la protesta a primera hora del viernes.
En resumen, aparte de Dylan, nadie quiso unirse a nuestra pequeña manifestación y terminamos por vernos como unos ridículos esperando llamar la atención de alguien más. Además, las cuatro nos propusimos buscar otras ideas para que ese plan funcionara y, por mientras, nos concentramos en el siguiente interrogatorio.
Uxue, con aquel extraño poder de convencimiento que tenía, logró persuadir a Rachel para verse el sábado en Walker Art Gallery a medio día, lo cual casi iniciaba una pequeña discusión, ya que nos pusimos de acuerdo para ir de compras antes de que comenzara la fiesta de los Shepard. Minutos antes de dormirme, Mary me dijo lo sorprendida que estaba por la respuesta afirmativa por parte de Rachel sobre vernos, y tenía razón, aunque no le dimos mucha importancia y dejamos el tema para después.
🔍
En cuanto abrí los ojos ese sábado, tuve que repetirme las tareas por hacer durante todo ese día; desde las mentiras que les tenía que decir a mis padres para salir antes de lo acordado; hasta el regreso a casa la madrugada del domingo en el auto de los Spooner. Como solía pasar cada que íbamos a alguna fiesta, sería un día ocupado y sin oportunidad de relajarme.
Después de que logré despertar y vestirme, bajé a desayunar, no sin antes repasar la mentira que debía decirles a mis padres, así como esperar que fuera lo suficiente buena para no ser descubierta.
El comedor se encontraba en silencio y comenzaba a ser una horrible costumbre que se hizo presente después de lo sucedido con Sue. Antes, los fines de semana estaban llenos de conversaciones entre mis padres y, también, me realizaban un sinfín de preguntas para saber qué sucedió en mi semana. Supongo que la muerte de la pelinegra los impactó demasiado y no supieron cómo reaccionar ante tener una hija adolescente que, además, era mejor amiga de la chica que acababa de fallecer.
