12. Planes descabellados

0 0 0
                                    

Agosto, 2017:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Agosto, 2017:

No sabíamos qué pasó, incluso llegué a pensar que se embriagó. Sus mejillas estaban teñidas de color rosa y traía su cabello pelirrojo despeinado, como si unos gatos se hubieran peleado en el, además de que no soltaba el brazo de Dylan. Minutos atrás, había tratado de despegarse de mi amigo, al igual que de contar lo sucedido, pero en cuanto entraron a la habitación de Kate rompió en llanto. Por suerte, él no se molestó con la actitud de Uxue, incluso la abrazó.

—Les aseguro que no bebí ni una copa —balbuceó Uxue.

—Entonces, ¿qué te pasó? —Kate insistió—. Espero que nuestros padres no se den cuenta de tu estado, porque lo malinterpretarán y nos van a castigar a las cinco, sin contar a los empleados que trabajan esta noche.

—Creo que lo mejor es que se duerma —dijo Dylan—. Ya casi es medianoche.

La señora Shepard —o alguna empleada— subían a la recámara de Kate exactamente a medianoche cuando había una fiesta o reunión en su casa, esto para asegurarse que no estuviéramos haciendo algo indebido.

Miré la hora en el celular; eran las 11:45 pm.

—No creo que quiera dormir —habló Mary con duda.

—No. Lo único que quiero es llorar —murmuró Uxue entre sollozos—. Fui tan tonta. No quiero ver al chico que me habló en toda la fiesta.

Dicho lo último, volvió a llorar con más fuerza y abrazó a Dylan, manchando su camisa blanca con maquillaje.

—Uxue, nos meterás en problemas a todos —le recordó Mary.

—No queda de otra —mencionó Sue—. Dylan, ayúdame a acostarla en la cama de Kate.

—Hey, ¿y por qué en mi cama?

Sue tomó el brazo libre de Uxue y lo acomodó entre sus hombros. Ella y Dylan comenzaron a caminar hacia la enorme cama, aunque se tropezaron varias veces porque Uxue no quería moverse y pidió que la dejaran en paz. Por mi parte, me moví del agradable asiento que elegí esa noche por equivocación, y ayudé a mover la sobrecama para después tapar a la pelirroja.

—Es eso, estar castigada durante un mes —soltó la pelinegra—. ¿O piensas que nos creerán que no tomamos alcohol?

—Bien —bufó Kate—, pero que se tranquilice o no nos van a creer.

—De acuerdo. Será difícil, pero me encargaré de ello —dijo Sue con tranquilidad—. Déjenlo en mis manos.

Sue tuvo una larga conversación con Uxue en susurros, pero al final logró que dejara de llorar, y la convenció de que se durmiera por unos minutos. Dylan, al ver que faltaban pocos minutos para la medianoche, decidió irse y me ofrecí a acompañarlo. Aceptó, no muy convencido, y se despidió de mis amigas.

El secreto de Sue Abney (C&M#1) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora