Capítulo 3

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El pasillo de mi dormitorio estaba lleno cuando corrí a toda velocidad al entrenamiento de antes de las clases. La conmoción no me sorprendió. Un buen sueño había ido muy lejos a perseguir las imágenes de la noche anterior,
pero sabía que ni yo ni mis compañeros olvidaríamos fácilmente lo que había ocurrido en las afueras de Billings.
Y sin embargo, como he estudiado las caras a otros grupos de
principiantes, me di cuenta de algo raro. El miedo y la tensión de ayer seguían allí, sin duda, pero también había algo nuevo: emoción. Un par de novatos estaban prácticamente chillando de alegría mientras hablaban en silenciosos susurros.

Cerca de allí, un grupo de chicos de mi misma edad gesticulaban
violentamente y tenían caras entusiasmadas y sonrientes.
Me estaba perdiendo algo allí … a no ser que todo lo que sucedió ayer fuera un sueño. Necesite de todo mi autocontrol para no ir a preguntarle a alguien que estaba sucediendo. Si me retrasaba, llegaría tarde al
entrenamiento. Aunque la curiosidad me estaba matando. ¿Habían encontrado o habían matado a los Strigoi y a los humanos? Sin duda sería una buena noticia, pero algo me decía que ese no era el caso. Empujando las puertas para abrirlas, me lamente de tener que esperar hasta el desayuno para averiguarlo.

—Hath-away, no huyas, —me llamó una voz monótona.
Eche un vistazo detrás mío y hice una mueca. Mason Ashford, otro
principiante y buen amigo mío, empezó a andar a mi lado.

—Ayer eche de menos tu rostro sonriente. ¿Dónde estabas?

Al parecer, mi presencia en la casa de los Badica aun no había sido
revelada. No es que fuera un secreto o algo así, pero yo no quería discutir los detalles sangrientos. —Tenía cosas que entrenar con Jungkook.

—Dioss —murmuro Manson. —Ese tipo siempre esta trabajando contigo ¿No se da cuenta de que nos esta privando a los demás de tu belleza y encanto?

—Cara sonriente, ¿Belleza y encanto? ¿No será que estas un poco espeso esta mañana? ¿No? —me rio.

—Oye, estoy diciendo las cosas como son. En realidad, tienes suerte de tener a alguien tan suave y brillante como yo haciendo toda esta gran atención para ti.

Seguí sonriendo. Mason siempre coqueteo mucho y le gustaba coquetear conmigo en particular. En parte era sólo porque yo era bueno en eso y le gustaba coquetearme. Pero se que sus sentimientos hacía mí son algo más que de amistad y yo todavía estaba decidiendo cómo sentirme acerca de eso. El y yo tenemos el mismo ridículo sentido del humor y frecuentemente llamábamos
la atención en la clase y entre amigos. Tenía unos magníficos ojos azules y un desordenado pelo rojo que parecía que nunca se hubiera acostado. Era lindo.

Pero salir con alguien nuevo iba a ser un poco difícil cuando todavía
pensaba en el tiempo que estuve medio desnudo en la cama con Jungkook.

—Suave y brillante. No? —Sacudí mi cabeza. —No creo que me des mucha atención mientras tengas un ego tan grande. Necesitas que alguien te golpee un poco.

—¿A si? —preguntó —Bueno, puedes probar lo mejor de ti en las pistas.

Dejé de caminar. —¿El qué?

—Las pistas —Inclina la cabeza. —Tu sabes, el viaje de esquí. —Dijo obvio, pero yo no sabía nada.

—¿Qué viaje de esquí? —Me parece que faltaba algo serio aquí.

—¿Dónde has estado esta mañana? —me pregunto mirándome como si yo estuviera loco.

—En la cama! Me levante solamente, como, hace cinco minutos. Ahora empieza desde el principio y cuéntame de que estas hablando. —Temblé por la
falta de movimiento. —Vamos a seguir andando —lo hicimos.

Sangre Azul (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora