LIMERENCIA: obsesión a ser amado
cindy y harry han sido amigos desde que tenían memoria, y en su segundo año en hogwarts hizo que se dieran cuenta que sus sentimientos eran distintos a lo que pensaban, y cuando confirmaron su relación nadie se sorpr...
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Los exámenes estaban a la vuelta de la esquina y Cindy ya podía decir que estaba nerviosa. Incluso se la pasaba más tiempo con Hermione y Jade que con Harry, estudiando una y otra vez. Jade no le gustaba estudiar pero debía de hacerlo si no quería reprobar, y quién mejor Hermione que hasta las sacudia para que no se durmieran y le prestaran atención.
─No entendí ─le susurraba Jade cada que tenía la oportunidad de que Hermione no la escuchara.
La euforia de la final de Quidditch solo duró una semana, incluso los días dejaron de ser menos nublados, pero aquello terminó cuando los exámenes se les presentaron.
Cindy estaba llena de pergaminos con resumenes hechas por ella misma para poder estudiar mejor a su manera. Ron la miraba como si estuviera loca, como si estuviera viendo a otra Hermione.
En ese momento Cindy se encontraba sentada en forma de indio en la cama de Harry, a su alrededor todos los pergaminos esparcidos, incluso Harry tenía algunos en su regazo por querer estar a un lado de ella.
Ron en vez de estudiar como Hermione le pedía, estaba más absorto mirando el calendario de la castaña. Parecía desmayarse de solo verlo.
─¿Hermione? ─preguntó Ron con cautela, porque aquellos días saltaba fácilmente al ser interrumpida─. Eeeh.. ¿estás segura de que has copiado bien el calendario de exámenes?
Cindy miró a Ron dejando de lado sus apuntes de Encantamientos, miró de reojo a Harry y siguió con lo suyo sabiendo lo que Hermione escondía luego de atraparla sacando un giratiempo en uno de sus descuidos. Pero le había pedido que no dijera nada, Cindy aceptó con la condición de que dejara que la ayudara porque ya estaba cansada de verla tan estresada.
Parecía peor que Percy el cual debía de tener las máximas puntuaciones si queria entrar en el Ministerio de Magia.
Y por esas razones Harry se le pegaba como un chicle al no tenerla tanto como le gustaba.
─¿Qué? ─dijo Hermione bruscamente, cogiendo el calendario y observandolo─. Claro que lo he copiado bien.
─¿Servirá de algo preguntarte cómo vas a hacer dos exámenes a la vez? ─le dijo Harry, jugueteando con los apuntes de Pociones de Cindy.
─No ─respondió Hermione lacónicamente─. ¿Habéis visto mi ejemplar de Numerología y gramática?
─Sí, lo cogí para leer en la cama ─dijo Ron en voz muy baja.
Hermione empezó a revolver entre montañas de pergaminos en busca del libro. Entonces se oyó un lueve roce en la ventana. Hedwig entró aleteando, con un sobre fuertemente atenazado en el pico.
Harry se levantó dejando cuidadosamente los pergaminos a un lado de Cindy que repetía en voz baja los apuntes de Encantamientos para ver si se acordaba.
