LIMERENCIA: obsesión a ser amado
cindy y harry han sido amigos desde que tenían memoria, y en su segundo año en hogwarts hizo que se dieran cuenta que sus sentimientos eran distintos a lo que pensaban, y cuando confirmaron su relación nadie se sorpr...
─¡El mejor Mundial hasta ahora! ─gritó James una vez que el partido terminó y se iban a las carpas─. En serio que detesté no haber podido asistir a ningún partido de Quidditch en esos 11 años.
─Sí, y que casi te vas a uno a escondidas si no te hubiera pillado ─Lily se cruzó de brazos y lo miró con las cejas fruncidas, James sonrió de la forma más inocente posible─. Hubieramos estado en peligro, James.
─Pero al final no pasó nada, ¿no? Tranquila, Lily-flor, yo sé lo que hago.
─Sí, ponernos en más peligro.
Iza se rio de ellos y les hizo unas señas a su hermano y a su cuñada de que se iba a ir con Ginny para festejar. Hermione y Jade se iban a quedar con los Potter y Cindy, dejando en paz a los Weasley. Aunque tampoco era mucha diferencia, pues eran vecinos y se la pasaron más afuera conversando todos juntos en vez de adentro de las carpas.
Una vez que todos estuvieron en sus carpas, Cindy fue a quitarse el maquillaje rojo y negro apoyando a Viktor Krum como lo hizo Harry, Ron y James. Ron y James parecían de esos fanáticos locos por Krum y los gemelos se la pasaron cantando sobre el amor de esos dos con el jugador famoso.
Hasta Lily se unió a ellos, James hozo una escena dramática por que su amada lo estaba emparejando con todo en vez de con ella. Aunque bueno, no es como si lo hubiera negado.
─Cindy, diles que se callen ─le dijo Jade cuando unos gritos se empezaron a escuchar desde afuera, ella ya se encontraba tirada en la cama con los brazos abiertos─. Necesito mis cincuenta horas de sueño.
Cindy tiró las servilletas sucias y, fijandose que ya no tuviera ninguna pintura en su cara, se giró hacia ella.
─¿Piensas que me harán caso cuando solo están festejando? ─le preguntó, divertida. Hasta que se escuchó un ruido fuerte proviniendo cerca de ellas y, antes de que pudiera salir de la habitación para ver qué pasó, Lily apareció frente a ella con cara de susto.
─¡Cindy! ¡Jade! ¡Vamos niñas, hay que irnos de aquí rápido! ─Lily corrió hacia Jade y la tironeó hasta que se levantó de la cama, y las empujó a ambas por la espalda baja para que salieran a la sala principal donde Hermione, Harry y James ya estaban ahí.
James sostenía su varita con tal fuerza que sus nudillos se blanquearon, sostenía el brazo de Harry con una preocupación que hizo que Cindy supiera que algo pasaba, y que era malo.
─Tomense de las manos y procuren no separarse ─les ordenó Lily, sacando su varita y tomando fuerte la mano de Cindy que fue a tomar la de Jade y esta, a regañadientes, tuvo que tomar la de Hermione─. Si alguien se suelta griten para que nos detengamos.
─¿Y los Weasley? ¿E Iza? ─preguntó Cindy a la par que se agachaban para salir de la carpa, y todo a su alrededor se convirtió en un completo caos.
Esos gritos no fueron de festejo.
Harry ni bien vio aquello quiso correr hacia Cindy y tomarla él de la mano para saber que seguia con ellos, pero ya estaba tomando la de su padre y la de Hermione como para cambiar los lugares a último momento. Solo podía esperar a que Cindy no se soltara.
Y que si lo hacía, que estuviera al alcance para poder ir a ella.
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Lily no estuvo tranquila ni aunque ya hubiera pasado un tiempo desde el Mundial. Habían invocado la Marca Tenebrosa y quisieron echarle la culpa a Harry, a Hermione, a Ron y a Cindy luego de que casi perdieron a Harry por haber sido golpeado al tal punto de quedar desmayado, tanto que James salió a defenderlo y casi se abalanza contra Barty Crouch por seguir culpando a su hijo, a la que quería como a una hija y a los dos mejores amigos de sus hijos.
James terminó tranquilazando a Lily y les hizo prometer a Harry, a Iza y a Cindy que no importaba qué, les mandaran todas las cartas que quisieran a cualquier momento con tal de que ellos estuvieran tranquilos. Harry quería seguir yendo a Hogwarts, era su hogar, y James y Lily tenían la palabra de Dumbledore de que lo iba a cuidar con su vida.
11 años sin él y no iban a aguantar si algo más pasaba y los volvía a separar.
Ahora se encontraban en el tren yendo a Hogwarts por su cuarto año, en el que se celebraría el Torneo de los Tres Magos. James ya le dijo a Harry que le contara todo lo que pasaba.
Hermione leía El Profeta, con la Marca Tenebrosa justo en la portada, cuando la señora del carrito se presentó frente a los cinco.
─Hola jóvenes ─les sonrió la señora─, ¿desean comprar alguna golosina?
─¡Dame todo! ─Jade saltó practicamente del asiento, había estado angustiada y el que Hermione siguiera poniendole la Marca Tenebrosa en toda la cara la ponía enferma.
Cindy dejó que Jade comprara primero y luego salió ella junto a Ron y Harry. Ron volvió a su asiento luego de comprar solo una cosa por falta de dinero, pero Harry, como el amigo millonaria que era, le compró algo más y esperó a que Cindy escogiera lo que quisiera.
─Dos pasteles de calabaza ─habló alguien más que ninguno reconoció. Mirando sobre sus hombros, ambos notaron que se trataba de Cho Chang, una chica famosa por ser la Buscadora de Ravenclaw, junto a otras personas haciendo fila para comprarle a la señora del carrito.
Cindy le sonrió con amabilidad cuando notó que Cho los estaba mirando, y le agradeció a la señora cuando le dio lo suyo. Cuando Cindy entró al compartimiento, Harry se quedó para ahora darse el gusto él.
─Hacen linda pareja ─Harry se volvió a Cho, aturdido porque le hablara de golpe sin antes haber interactuado. Cho miraba hacia adentro del compartimiento con una sonrisa, antes de girarse hacia él─. Tienes suerte ─agregó, antes de darse media vuelta y alejarse hacia quién sabe dónde.
Harry parpadeó.
─¿Algo más, querido?
─Ah- No, no. Gracias ─tartamudeó antes de cerrar la puerta corrediza y volver a sentarse junto a Cindy que desconocía lo que había pasado.
─Harry ─el mencionado se sobresltó cuando Hermione chasqueó los dedos en su cara─. Harry, te estoy hablando. ¿Qué te sucede?
─No... Nada ─sacudió la cabeza, reaccionando─ ¿Qué me decías?
Hermione hizo una mueca, sin estar convencida. Juraba que Harry se veía como si estuviera perdido, y algo debió de suceder cuando se había quedado solo comprando.
Harry intentó escucharla, pero sus ojos se fueron hacía el pasillo y volvió a producir en su mente el momento. La sonrisa que puso Cho. Lo que le dijo, que él tenía suerte de tener a Cindy.
Genial, también las chicas eran capaces.
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Opaaa, volví gente 😋
No pondré cantidad de comentarios pero entre más mejor porque me dan ganas de seguir escribiendo y siento que así me dejan ver qué les está pareciendo, y me dan risa algunos comentarios, JAJAJ
A mí me encanta hacer sufrir a los intereses amorosos en vez de a la prota con los celos 👀 Porque siempre es la prota la que los sufre, yo quiero algo diferente
