LIMERENCIA: obsesión a ser amado
cindy y harry han sido amigos desde que tenían memoria, y en su segundo año en hogwarts hizo que se dieran cuenta que sus sentimientos eran distintos a lo que pensaban, y cuando confirmaron su relación nadie se sorpr...
Cindy había sido el tesoro que Harry debía de buscar en la segunda prueba.
(Lo cual no era ninguna sorpresa, pero Cindy se sintió inexplicablemente bien).
Cindy temblaba bajo una toalla, escuchando cómo ponían a Harry como segundo después de Cedric por haber sacado del agua a ella y a la hermanita de Fleur. Hermione también había sido un tesoro, por lo que ambas se encontraban juntas, pero Harry igual se quedó junto a ellas para darle un poco de calor a Cindy sin llegar a agobiarla tanto con su cercanía.
Ya había pasado unos días de lo del baño de prefectos, y Cindy poco a poco ya se estaba sintiendo mejor. Más cómoda, y su mente ya no la traicionaba tanto como antes. No obstante, quiso esperar un poco más antes de asegurarse.
Además, no es como si otros estudiantes no murmuraran entre sí como si Cindy no los pudiera oír. O tal vez lo hacían a propósito, todo con tal de que Cindy se sintiera incómoda y creyera que de verdad fue su culpa.
Como Draco Malfoy.
Pero bueno, Malfoy siempre tenía que meterse en donde no lo llamaban, y Cindy a ese sí que no le dejaba pasar una. Draco terminó en la enfermería con un moretón enorme en la mejilla, y si bien Cindy tuvo que quedarse a limpiar varias aulas no se arrepintió de nada.
Si él tenía ganas de hablar, entonces ella le daría otra razón para que se callara. Muy bien se lo aguantó por tres años enteros, y que se metiera con algo que le estaba arruinando la salud mental ya era algo extremo.
Las personas ya iban a los botes para volver al castillo cuando Cindy esperó a que la mayoría ya estuviera fuera, deteniendo a Harry de la muñeca para que se quedara con ella. Y cuando estuvieron en más libertad, se abalanzó contra él en un abrazo fuerte y largo.
─¡Harry, eres brillante! ─exclamó, y se separó de él luego de unos segundos, tal vez minutos, de estar abrazados, y lo tomó de las mejillas para que la mirara─. Cuando la profesora McGonagall me explicó sobre la prueba creí que me iba a desmayar.
─¿Por qué? ¿Porque no esperabas a que fueras mi tesoro? ─le dijo Harry, sonriendo de lado con burla haciendo que Cindy se sonrojara notoriamente.
─Puede ser.
Cindy sacudió la cabeza, como si no se lo creyera, y volvió a rodearlo con sus brazos. Incluso ella pidiendo un tiempo indefinido Harry no la dejó de lado ni un solo segundo, y supo perfectamente que podía contar con él incluso en una situación que a cualquier pareja le destrozaría.
Cindy no merecía a Harry. Y Harry pensaba que él no la merecía a ella.
Tal para cual, ¿no?
─¡Chicos! ─Hermione se acercó a ellos, aún con la toalla en sus hombros─. Nuestro bote ya está listo, solo faltan ustedes.
Harry estuvo a punto de decir algo, pero Cindy lo interrumpió, mirando a todos lados para ver que ya no había nadie:
─Preguntale a alguien si nos podemos quedar un rato ─dijo, y Harry y Hermione la miraron, Cindy sonrió como si nada─. No creo que pase nada por quedarnos a pasar el rato, ¿no?
Cindy le dio una sonrisa complice a Hermione y esta asintió, entendiendo lo que quería decir.
─Entonces ponganse cómodos, nos vemos en la cena ─les sonrió Hermione y se fue, Harry la siguió con la mirada sin entender nada y luego se giró hacia Cindy.
─¿Qué es lo que planean ustedes? ─le preguntó, mirandola con sospecha. Esa sonrisita que dio Cindy y la mirada que puso Hermione al verla no era nada bueno.
─¿Planear? ─repitió Cindy, mirandolo sin entender, y lo tomó de la mano para ir a sentarse en el borde para poder mirar el mar sin interrupciones─. Aquí nadie está planeando nada, Harry.
─Haré como que te creo.
No hablaron de nada, quedarse mirando el horizonte y el cómo el sol iba ocultandose de apoco mientras ambos rozaban los brazos y se sumergían en un silencio cómodo fue más que suficiente para hacer un momento inolvidable.
Cindy siempre recordaría el momento en el que supo que ella era su tesoro, y en el momento en que él la rescató incluso a pesar de que estaba en peligro por también querer ir a por la hermana de Fleur.
Ella por un momento temió que el amor que Harry le tenía empezara a apagarse solo por necesitar un momento para darse paz, pero ese día definitivamente le dijo lo contrario.
Cindy sabía bien que lo que estaba haciendo le dolía a Harry, pero le fue inevitable no sorprender al ver que él seguía junto a ella.
El amor que Harry le tenía iba más allá de lo que creía.
Cindy decidió al fin acercarse un poco más y dejó caer su cabeza en su hombro, sin dejar de mirar el atardecer. Harry sonrió levemente y rodeó su cintura con su brazo, dandole caricias en su cadera con el pulgar.
El momento era digno para una plazmarla en una pintura o hacerle una fotografía, pero lo más preciado era que iba a quedar como un hermoso y tranquilo recuerdo.
Un recuerdo que a pesar de que la historia de fondo era un tanto triste, ellos seguían mostrando que estaban para el otro.
Y la frase de «en las buenas y en las malas» tuvo sentido para ellos.
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