Capítulo 17: El torneo

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Era un gran barullo el que se veía a las afueras del gimnasio para esgrimistas, una notable cantidad de personas hicieron arribo al emblemático evento que la sociedad de Shrewsbury con naturalidad disfrutaba

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Era un gran barullo el que se veía a las afueras del gimnasio para esgrimistas, una notable cantidad de personas hicieron arribo al emblemático evento que la sociedad de Shrewsbury con naturalidad disfrutaba. Hombres y mujeres, clasificados por edades, participarían ese día en eventos individuales y de equipo para hacerse de uno de los campeonatos más prestigiosos del condado.

Emilia llegó al lugar, acompañada de John, quien quedó estupefacto después de ver la cantidad de personas que asistieron para presenciar la competencia. Una extraña pulsada se le manifestó en el pecho, mas no saldría de su boca una sola palabra que describiera ese intimidante sentimiento. En vez de ello, estaba decidido a suprimirlo y negar toda posibilidad de rendirse o perder, puesto que acudió para ganar, no conocía otra opción y tampoco quería tenerla.

—¿Está todo bien? —preguntó la castaña que traía consigo un termo de café en la mano.

John asintió con la cabeza y se echó por encima del hombro la maleta deportiva que contenía sus pertenencias.

—¡Vamos! —dijo aquel, presentando su brazo para que su novia lo tomara a fin de encaminarse hacia el interior.

En su ingreso, John observó unas enormes imágenes publicitarias con la cara de Michael en ellas, vestido con el bonito peto blanco de la esgrima, posando en una posición de ataque. Por debajo de la imagen figuraba escrito su nombre acompañado del emblema, «Campeón 2021».

Los ojos de John rodaron, se le estaban contagiando las malas costumbres que Emilia demostraba constantemente durante sus momentos de frustración.

—¿Tenía que ser eso necesario? —cuestionó.

—Lo hacen con los campeones —respondió Emilia, señalando las imágenes que aparecían junto a las de Michael—. Ella es la campeona femenina de la rama individual y todos ellos, los que participan por equipo. Esa competencia será mañana.

John se limitó a asentir enterrando parte de su repulsión y continuó con su camino.

—¡Oh, mira! Ahí vienen mis padres. ¿Por qué no te vas ya a los vestidores? —preguntó la castaña a sabiendas de que probablemente John intentaría hablar con sus padres sobre el supuesto compromiso.

John lo supuso, reconocía la rebeldía de Emilia por dicha conversación que tarde o temprano surgiría. No obstante, ese no sería el día.

—Quiero hablar con ellos, pero no hoy, este no es el lugar ni el momento.

Emilia soltó algo de aire, ahora podría relajarse y disfrutar el evento.

—Ya tendrás oportunidad —dijo al tiempo que tomaba la mano de John y miraba a sus padres caminar hacia ellos.

—John, ¿cómo estás? ¿Esta hija mía no te ha matado todavía? —bufó el padre usando un tono sarcástico.

—¿Matarme? —preguntó el caballero. Él conocía la sátira, tenía un hermano gemelo con quien bromeaba todo el tiempo antes de convertirse en hombres con obligaciones. Cuando ambos entendieron sus diferentes roles de vida, la separación fue definitiva—. ¡Antes me volverá loco!

Después de 174 añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora