Parte 52: Una oferta tentadora y una maldición constante

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Narradora:
Desde ese día los protagonistas estuvieron tranquilos en la posada,pero como si de una maldición se tratará,la mala suerte llamó a su puerta.

Narradora:
Una tarde mientras habían terminado de comer,escucharon golpes en las barricadas de la entrada.

¿Acaso les habían oído?

Narra myung seok:
Ante eso el señor woo y yo decidimos ir a ver que pasaba y al llegar a la entrada,vimos a algunos científicos que preguntaban por Jung-su,pues querían hablar con nosotros y ambos sin ver malas intenciones,les dejamos pasar al ver que no estaban infectados y una vez que entraron nos dijeron que le necesitaban a él y a su novia a ayudarles a buscar una cura contra el virus H1-Z1,pero para eso tendrían que llevárselo a Busan.

Narra myung seok:
Ante todo esto los científicos nos dijeron que nosotros también podíamos venir,ya que allí estaríamos seguros y aunque al principio nos costaba volver a confiar en los refugios de Corea,la oferta que nos hicieron era tan buena que no pudimos rechazarla.

No sin antes ponerse de acuerdo entre todos para irse a Busan

Narradora:
Después de aceptar la oferta los científicos se marcharon diciéndoles que al día siguiente a primera hora vendrían a buscarles,y por si lo deseaban podían llevarse el autobús con ellos.

Narradora:
Esa noche todos estaban dormidos menos la abogada,quien no podía dejar de pensar en la oferta de los científicos.

Woo-mirando al techo sin decir nada

Narra woo:
Estaba claro que desde lo ocurrido en Incheon había una maldición que se cebaba con nosotros,pues hemos tenido que cambiar de escondite una y otra vez.

Narra woo:Estaba claro que desde lo ocurrido en Incheon había una maldición que se cebaba con nosotros,pues hemos tenido que cambiar de escondite una y otra vez

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Narradora:
Los recuerdos de esos días la invadían por completo,y aunque no le hacía mucha gracia cambiar de escondite,era lo que había dadas las circunstancias.

En esos días la muerte parecía estar jugando con ellos al juego del gato y el ratón

Narradora:
Desde lo ocurrido en Incheon la muerte se ha encargado personalmente de mandar a los zombis para cazarles,algo que no funcionó para nada.

Narradora:
Después de deshacerse de esos pensamientos encendió la luz quitamiedos,se puso sus tapones y el antifaz y tras acomodarse en la cama,se quedó profundamente dormida.

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