Parte 57: Destruyendo al temible virus

10 0 0
                                    

Narradora:
Sabían que los infectados no eran estúpidos y que no conseguirían darles esa sangre ni a tiros,así que tras mucho debate solo tuvieron una opción,para tratar a los renqueantes.

Las inyecciones

Narradora:
Es por eso que tras atar a los infectados que tenían en las jaulas en camillas,prepararon las vacunas y después de inyectarlas,vieron que al inyectarles aquella substancia sanguínea los efectos de aquel virus se revertían por completo,y los afectados lograban volver a la normalidad.

Narradora:
Ante esa sorpresa descubrieron que la sangre de esa abogada funcionaba y ante el éxito del tratamiento,siguieron vacunando a los infectados que se colaban por Busan,y cada vez que entraba algún infectado lo capturaban y se lo llevaban a sus laboratorios para curarlo y después de que volviese a la normalidad,se lo llevaban a un lugar seguro que hubiese en Corea.

Por supuesto que no le decían nada a los militares que estaban a cargo de ese refugio

Narradora:
Pero cuando se les terminó la sangre,tuvieron que pedirle más a la abogada y ella aceptó,pero como no quería estar sola durante las extracciones de sangre,su novio decidió acompañarla para que no tuviera miedo.

Sin fronteras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora