Parte 34: Un gran rescate

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Narradora:
Y después de 3 horas de viaje lograron llegar hasta ese almacén y al aparcar el autobús cerca,entraron allí dentro.

Pues no tenían tiempo que perder

Narra gwang ho:
Aquí dentro no se oía ningún ruido y de pronto apareció ese hombre detrás de nuestra espalda dándonos un susto,estuve a punto de atacarlo con mi cuchillo cuando él logró esquivarme en el último momento,algo que no me gustó para nada.

Yonsuk- ¿habéis traído lo que os he pedido?

Narradora:
Y sin dudarlo le dieron todo lo que él había pedido y el hombre descubrió que estaba todo el botín.

Yonsuk- efectivamente esta todo,sin duda habéis hecho caso a lo que os he pedido
Myung seok-serio- no te andes con rodeos ¿donde esta young-woo?

Narradora:
Ante eso él no dijo nada y en su lugar pulso un botón que había en la pared y al hacerlo las luces del techo se encendieron,dejando ver a la abogada colgando del techo atada de las manos con su pijama puesto y con sus botas de ir por casa,ante eso el ex-abogado sintió y le gritó a ese hombre.

Gwang ho- ¡suéltala desgraciado!

Narradora:
Al oírle se puso enfrente de un contenedor gigante que había en el almacén,y tras darle a varios botones que tenían números en cada uno,contestó.

Yonsuk-sonriendo de forma malvada- ¿queréis a la abogada? Pues...venid...a...por...ELLA

Narradora:
Y tras darle al último botón,las puertas del contenedor se abrieron y de allí salieron un montón de zombis,por lo que rápidamente sacaron sus armas y se pusieron a pelear.

Narra jun ho:
Mientras golpeaba a algunos zombis con mi tubo de hierro,escuché a min-woo decirme lo siguiente.

Min woo- amigo ve a por young-woo,nosotros nos ocupamos de los infectados
Jun ho- esta bien

Narra jun ho:
Rápidamente corrí hasta la pasarela del almacén en donde estaba ese hombre,al llegar allí le planté cara y le apunté con mi tubo de hierro.

Jun ho-serio- escuché señor yonsuk: o la suelta ahora mismo o haré que lo lamentes
Yonsuk- y ¿que vas a hacerme? Dudó que un abogado como usted intenté hacerme algo
Jun ho- para su información soy un fiscal de la firma de abogados de Hanbada de la ciudad de Jeong-dong,y lo que esta haciendo no esta bien
Yonsuk- lo sé pero ¿a quien le va a creer las autoridades?a un jefe de operaciones de una empresa de biotecnología como yo o a un fiscal de chicha y nabo como usted?

Narradora:
Con solo escuchar eso,las fuerzas del fiscal menguaron haciendo que bajase el tubo de hierro,pero ante eso él tenía razón.

Narradora:Aquel hombre de corazón podrido estaba por encima de ellos,porque a parte de ser el jefe de operaciones de taylor express (que es una empresa de trenes que está en Seúl)también era uno de los superiores de S Biotec,la empresa de biotecno...

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Narradora:
Aquel hombre de corazón podrido estaba por encima de ellos,porque a parte de ser el jefe de operaciones de taylor express (que es una empresa de trenes que está en Seúl)también era uno de los superiores de S Biotec,la empresa de biotecnología que se encontraba también en la ciudad de Seúl,y con esos negocios él tenía bastantes contactos con muy buenos abogados demostrando que tenía poder tanto de forma empresarial como de forma social,y un fiscal como jun-ho o una abogada como young-woo no podrían hacer nada ante él,y aunque ese hombre lograse sobrevivir a los zombis no podrían acusarle de secuestro o de intento de asesinato (que son los crímenes que ha cometido contra ellos),ya que aunque estuviesen en un juicio los abogados que tenía ese hombre harían cualquier cosa para poner contra las cuerdas no solo a ellos,si no también a toda Hanbada.

Pues sabéis que no se puede acusar a nadie de un crimen sin ninguna prueba que demuestre lo que ha hecho

Narra jun ho:
En ese momento él la soltó como si no valiese nada y la hizo caer sobre una pequeña torre de colchones viejos,y tras pasar a mi lado me dijo lo siguiente al oído.

Yonsuk- por esta vez os dejó vivir pero a la próxima,no tendréis tanta suerte

Narra jun ho:
Y después de decir eso se marchó,acto seguido fui hasta esa torre de colchones y al llegar allí,le pregunté a young-woo si estaba bien,a lo que ella me dijo que sí y acto seguido la ayudé a levantarse y en cuanto bajamos de la pasarela,vimos que los demás ya se habían encargado de los zombis y afortunadamente ninguno había sido mordido y sin perder más tiempo volvimos al hotel.

Eso sí el camino de vuelta fue bastante silencioso,ya que nadie se atrevía a decir algo

Narradora:
En ese autobús reinaba un silencio tan grande que era capaz de incomodar a cualquiera,por suerte pudieron llegar antes del anochecer,y en cuanto la abogada entró dentro del hotel fue a su habitación para darse una ducha y cambiarse de ropa,pues tenía el pijama y los calcetines sudados por el mal rato que había pasado en el almacén.

Narradora:
Al salir de la ducha,se secó por completo y al ponerse la ropa que se había elegido,se puso los calcetines y las botas de andar por casa y llevó el pijama sucio hasta la lavandería del hotel,y allí metió la ropa en la lavadora para después ponerla en marcha y hacer que esta lavase la ropa.

Por suerte en esa lavandería había detergentes y jabones para lavar la ropa

Narra woo:
Después de lavar el pijama,la saqué de ahí y al meterla en un cubo fui a mi habitación,y aprovechando que tenía balcón y un tendedero puse el pijama mojado a secar,aprovechando que hoy no iba a llover,después de hacer eso se hicieron las 10 de la noche y bajé al restaurante del hotel para cenar.

Narradora:
Eso si en toda la cena nadie dijo nada,y la abogada al ver ese ambiente tan incomodo terminó de cenar lo más rápido posible,recogió su plato y los cubiertos,salió del restaurante y fue a su habitación,al entrar se lavó los dientes,se puso un pijama limpio que tenía en el armario y al meterse en la cama,se puso su antifaz y los tapones y en cuanto apagó la luz,se quedó dormida pues estaba muy cansada.

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