Lo Bueno Llega al Final [Jude Sharp × Lectora]

☆Capitulo 8☆

- ¿Dónde estabas, Martina? Me tenias muy angustiada _reclama la madre de la nombrada cuando su hija entra a la casa.

- Como se nota que esta Mariana no entiende ni donde esta parada, hoy conocí la casa de mi futuro esposo _se queja antes de contar con emoción su anécdota_ ¿De que te ríes? _reclama al ver a su progenitora partiéndose a carcajadas.

- ¿Hijita, sigues con eso? _pregunta tratando de recuperar el aire, imposible..

- Yo me río contigo mami _habla la gemela menor siguiéndole las carcajadas a su madre.

- Pues se van a reír más cuando les cuente lo bien que me trato su mamá. Es más, pasé la tarde con su hermana y me invitaron a comer a su casa este domingo _afirma muy orgullosa.

- ¡¿Te invitaron a comer?! _preguntan al unísono dejando de reir, los ojos se les abrieron como platos.

- Yo sabía, yo sabía, la más hermosa de mis hijas, la única que heredo mi gracia y belleza _engalana la adulta mimando a su hija mayor

- Mamá, yo estoy aqui _dice Mariana..

- Si, ya lo sé. Tú saliste buena persona _responde como si nada.

- ¿Martina, quieres que te sirva tu comida? _pregunta Dalia al oír su voz e ir a saludarla.

- Quédatela tú, por primera vez comerás algo más que sobras. Yo deguste los manjares más ricos de la tierra, y pronto serán mi aperitivo de todos los días _presume jugando con su cabello.

- No entiendo, ¿fuiste a un restaurante? _pregunta confundida por la cara que traían todas ahí.

- ¡Ay! A parte de fea, lenta _se queja rodando los ojos_ Mamá, sácala de mi vista.

- Dalia, ve a pulir mis ventanas _ordena sin dejar de mimar a su hija.

- Pero, señora Magdalena, acabo de... _se excusa hasta que la mayor la fulmina con la mirada.

- Hazlo otra vez _ordena con voz más fuerte.

- Que floja es _comenta Mariana cuando la ve irse.

- Cuéntanos, ¿como es la casa del chico ese? _pregunta la adulta al no recordar el nombre.

- Ningun "chico ese", se llama Jude y no esta nada mal, guapo y millonario, ¿que más puedo pedir? _pregunta riendo coquetamente.

- Millonario... _comenta perdiendo el aire_ ¿y de cuanto estamos hablando?

- Según la chismosa de Aurora, es el único que le planta competencia a Tania Barclay _responde sonriendo victoriosa.

- Mi Martina, tú eres el futuro de esta familia _anuncia muy emocionada mientras abraza a su retoño.

- Su hermana tiene una habitación que es 5 veces más grande que la nuestra, para ella sola. Tienen piscina, terraza, y un jardín lleno de todos los tipos de flores habidas y por haber, hay tantos sirvientes que ni siquiera pude contarlos. Y me contó que tienen un Mastin Siberiano, pero estaba en la estética _comenta recordando con lujo todos los detalles.

- ¿Tienen estética para su perro? _pregunta la madre sorprendida.

- Hermanita entonces quita tus ilusiones, no creo que tengas oportunidad alguna _afirma la de cabello corto.

- Que fea vuelve la envidia a la gente _habla mientras niega con la cabeza.

- Acabas de decir que casi viven en un castillo, dudo que Jude se pueda enamorar de tí al punto de casarse _afirma mientras va al buro para cepillar su cabello.

- Mamá sácala de mi vista _ordena la hija mayor.

- Mariana, ve a pulir mis ventanas _indica la madre igual que hace rato.

- ¿Mamá? _reclama la gemela menor.

- Perdón, la costumbre. Sal de aquí _manda mientras continua acicalando a su hija.

Mariana salió haciendo una rabieta, bajo hasta la cocina a servirse un vaso de agua para calmarse.

- Solo por que tiene a un chico con dinero se derrite por ella... _se queja dejando el vaso en el fregadero, al ver a su progenitor va tras él_ papá, quiero que subas y le digas a mamá que...

- Lo siento, cariño, pero sabes que no es bueno contradecir a tu madre. Arreglence ustedes _afirma yéndose cual avestruz que mete la cabeza en la tierra.

- Cobarde _se queja viéndolo huir.

- Se llama Jude... _susurra Dalia recordando su hora en el aula de detención_ creo que es una buena persona, es agradable, considerado... ¿que cosas dices, Dalia? _finaliza con una leve risa mientras pule las ventanas de la habitación de su padre y su madrastra.

Y lógicamente, el segundo habitante de la misma, entró.

- Hola _saluda secamente_ ¿ya terminaste? _pregunta dejando su maletín sobre la cama.

- Si, solo es... _responde bajando la mirada.

- Entonces, vete a hacer otra cosa _ordena fríamente.

Dalia guardo silencio un momento antes de asentir y obedecer.

- ¡Niña torpe! _regaña Magdalena cuando chocan, causando que la menor derrame el agua de las ventanas sobre el piso.

- Perdón, es que usted salio y no la vi... _se disculpa de inmediato.

- ¿Me estas hechando la culpa? ¡Limpia eso si no quieres irte a la cama sin cenar! _amenaza señalando el suelo.

- Si, señora Magdalena _asiente para empezar de inmediato.

★Sábado al medio día★

- ¿Dalia, hermanita, que haces? _pregunta Martina acercándose a la nombrada.

- Mariana mancho su camiseta de jalea, pero ya está saliendo la mancha _responde mientras talla la prenda.

- Ya veo, esa Martina siempre tan desalineada... _comenta viendo el trabajo de la menor_ oye quería decirte que mañana quiero que hagas un poste rico, y muy fino, claro.

- ¿Puede ser... Cheescake de Moras? _consulta repasando todas sus recetas.

- Perfecto, lo necesito para mañana temprano _asiente.

- Esta bien _responde con una sonrisa_ Pero... hay muchos dulces en la despensa _afirma deteniendola con sus palabras.

Martina volvió sus pasos y respiro hondo antes de dejar su actuación de chica linda.

- Ni siquiera a las buenas entiendes, fea y tonta, que castigo más grande ser tú. Cállate y sigue lavando _ordena antes de barrerla con la mirada_ ¡Ah!, y más te vale que salga delicioso, o te va a pesar _advierte antes de irse.

- Solo era una pregunta _susurra antes de continuar su labor.