Lo Bueno Llega al Final [Jude Sharp × Lectora]

☆Capítulo 26☆

- Mira que este es pesadito _dice Aurora mientras ella y Joe cargan a Nathan en sus hombros, literalmente lo llevaban arrastrándo sus pies.

- Pues a mi me cae muy bien _bromea el castaño.

- Hablo de que le hace falta ponerse a régimen _reclama la peliroja.

- Ya está dormido, podríamos dejarlo descansar aquí mientras buscamos algo de leña _propone mientras mira el cielo, el color naranja del cielo delataba el final del día_ Seria peligroso avanzar más de noche, mejor hacer una fogata.

- Buena idea, creo que tengo una manta con la que podremos cubrirnos del frío _asiente mientras deja caer su carga, literalmente_ Vamos a por la leña.

Ambos se alejaron dejando al peliazul apoyado en un árbol, ignorando que este comenzaba a recuperar el conocimiento poco a poco.

- Chicos... _los llama débilmente_ Ayuda. Ay... se fueron _finaliza poniéndose en pie, notando que estaba solo.

Sentía algo raro en su cabeza, como si estuviera mareado pero a la vez se hubiera golpeado con algo pesado.

- Muy valientes tus amigos _dice un pequeño zorro de color azul, apareciendo literalmente de la nada.

- Entre tú y yo, si son algo raros aveces _admite el chico. Así de relajado.

- ¡Ah, te entiendo perfectamente! _afirma el animalillo_ Aquí el raro es Bob _dice en un susurro. 

- ¡¿A quien llamas raro?! _reclama un árbol que se encontraba cerca_ ¡Mírate tú, estás hablando con un poste telefónico!

EN EFECTO, UN ÁRBOL.

- ¿Ahora yo? _réplica el mamifero_ ¡Pero si él esta hablando con un zorro!

- Eh... tú estas discutiendo con un árbol _dice Nathan.

- ¡¿Y que hay de malo en hablar con un arbol?! _cuestiona el propio ser vegetal_ Yo no soy el que se ha hinchado a moritas alucinógenas.

El zorro se indigno, hechando sus orejas hacia atrás.

- Dijimos que eso quedaría entre nosotros _reniega seriamente..

- ¡Tú no!, ¡él! _insiste la planta, viendo al peliazul.

- ¿Yo? Espera... _se cuestiona Nathan_ ¡¿Me has llamado poste telefónico?! 

- ¡¿Eso no iba por mí?! _reclama el animalito.

- ¡Pero si tú eres ENANO! _grita el árbol.

- ¡¿Que?! ¡Vas a ver!  _amenaza furioso.

- Yo voto por que lo dejemos aquí y digamos que se escapó _propone Aurora mientras ella y Joe veían a su amigo pelearse, literalmente con el aire.

Y en efecto, no fueron más que alucinaciones del peliazul.

°☆°☆°☆°☆°☆°

- ¡Hemos caminado durante horas y nada de nada! _se queja Tania, dando pisotones en el suelo.

- Es mejor parar en un sitio acogedor y descansar, si seguimos andando acabaremos perdidos _propone David.

- ¡Pero si ya estamos perdidos! _reclama la princesa, antes de revisar su mochila_ Espero que la comida no se haya estropeado. 

- Creo que tengo un encendedor por algún lado... _dice David.

- Para esta prueba tenemos que ser uno con la naturaleza, oír a los lobos aullarle a la luna azul, ver a los linces sonreír y colores en el viento descubrir _narra Julia mientras pasea entre los árboles.

- Eso me suena a Pocahontas _habla Tania, arruinando la ilusión.

- Exacto, ella si sabe de lo que habla _afirma muy contenta.

- ¿Y ahora, por donde vamos? _pregunta el chico.

- Creo que esta bastante claro _dice Julia.

- Izquierda _dicen Tania y David al mismo tiempo.

- Derecha _contradice la restante.

- Pero Julia ese camino se ve muy oscuro y peligroso _interviene Tania.

- Si saben escuchar, el bosque les dará las repuestas _afirma mientras hace como que escucha.

- A mí me dice que por ahí estamos muertos _responde el peligris.

- Si buscas lo más vital, lo que es necesidad nomas, olvídate de la preocupación _narra mientras juega como unas ramitas.

- Adivinare, libro de la selva _dice Tania.

- Correcto _asiente alegremente antes de alejarse cantando_ Y la naturaleza te lo da...

- No podemos dejar que se vaya sola _interviene David.

- ¿Quien dice? _habla la princesa, antes de rodar los ojos_ esta bien, ya voy.

°☆°☆°☆°☆°☆°

- Esto ya está _anuncia Dalia una vez los fideos instantáneos quedan listos_ Ten _ofrece dándole un plato a Jude.

- Muchas gracias _dice recibiendo el alimento_ Es como si hubieras sabido que esto pasaría.

- Que va, mamá siempre me decía que mujer precavida, vale por dos _afirma mientras toma unos palillos para comer su propia ración. 

- Y vaya que es cierto, que aproveche _habla con una leve sonrisa.

- Que aproveche _responde la pelimorada. 

Después de comer, Dalia se encargó de hacer una buena fogata para mantenerse calientes, mientras Jude armaba la tienda de campaña hecha de una gran manta que traían, y cubriendo esta con plásticos.

- Bueno, para ser la primera tienda que hago en la vida, no está mal _anuncia el castaño.

- Te ha quedado genial _comenta la contraria_ solo espero que no haya que pagar impuestos.

- Las damas primero _invita mientras está se encarga de hacer una especie de cojín con lo demás que traían.

Y mientras a unos les iba bien, a otros, no tanto.

- Somos un desastre como equipo _afirma Mario mientras ambos ven su intento fallido de hacer un refugio para pasar la noche.

- Que va, igual y podríamos estar peor _admite el rubio.

Y justo como si el cielo estuviera en su contra, comenzó una lluvia torrencial.

- ¿Decías? _pregunta Mario.