Las esposas de Carlo

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Carlo

Nos levantamos de nuestros lugares para dirigirnos a casa, yo al nuevo apartamento y Sol se quedaría donde vivíamos - por cierto si dijiste que cada persona se puede convertir en un animal diferente al morir y que no. deben ser él mismo, ese ser importante para ti era un lobo y tú quieres ser un lobo -

- me encanta que me pongas atención pero, ese lobo es un lobo rojo y el que yo elegí es un lobo gris - me sonrió y me entraron dudas y quería descubrir si era posible qué a mí me pasará - yo... yo puedo convertirme en un animal como ustedes? - ella asintió - pero tienes que cumplir una serie de requisitos, todo en mi familia podían transformarse pero, para ello tienes que estar conectado profundamente con la naturaleza, creer en ella y siempre hacer lo que ella te diga, nunca te va a mandar matar a alguien a menos que ese alguien le haya hecho daño como los humanos, y muchos otros requisitos más pero el más importante es ser elegido por la madre tierra- dijo.

Llegamos a mi apartamento y desde ahí ella se fue para el otro apartamento, yo la quería ahí conmigo pero todo dependía de la madre tierra según ella.

Sol

Llegue al apartamento y vi que estaban todos mis familiares, por todos lados podía ver animales de todo tipo, desde lagartos de todo tipo hasta felinos, habían venido a una reunión, para seguir con la preparación de mi misión

yo era la otra esposa, me daba risa, porque mi familia detestaba a los humanos, pero la diosa rogaba perdón y querían unirme a uno para poder perdonar a la raza que extinguió a mi familia, nosotros éramos un grupo de brujos casi desconocidos, todo los que nos conocían fueron exterminados por esos malditos seres.

- tienes que pensar en tu relación con Samanta y mejorarla, no puedes volver a hacer algo como lo que hiciste en el almuerzo, sabemos que quieres a ese chico, es la única persona que conoces y somos muy protectores pero si la relación entre tú y ella fracasa, todo el matrimonio fracasará, trata de controlarte, siempre te estamos acompañando aunque no nos veas, eres muy importante y nunca te has equivocado, todos nos arrepentimos de dejarte sola, pero sabemos que tú puedes, confiamos en ti - solo asentí ante las palabras de mi madre, el lobo que había visto Carlo.