Rebecca Armstrong se da cuenta que está enamorada de su mejor amiga de la infancia; Freen Sarocha, gracias a la llegada de un apuesto chico que se entromete en sus planes.
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• Historia corta •
• Mayb...
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FREEN POV
— ¿Alguna vez escuchaste la historia que dice que cuando una pareja se besa bajo la nieve de la primera nevada estarán juntos para toda la vida?
¿Qué sucede cuando se despiden?, ¿se volverán a encontrar?, no pude evitar pensar al escuchar la conversación de dos chicas que se encontraban sentadas tras de mí.
Recargué mi cabeza en el cristal de la ventana. Inevitablemente la última imagen que tuve de Becky llegó a mi cabeza al observar la nieve caer con lentitud. Estaba tan sorprendida de no haber visto ningún rastro de lágrimas en su rostro después de nuestra despedida, la forma en la que me había sonreído al separarnos y en cómo me dió la espalda, marchándose con tanta facilidad como siempre lo había hecho me hace sentir una gran tristeza.
Me parece estúpida aquella historia de la primera nevada.
Abrí mi bolso que estaba a un costado de mi, y saqué mi antiguo diario.
El diario que había comenzado gracias a Becky.
Cuando pequeñas, la castaña sugirió que ambas escribiéramos nuestras aventuras en un cuadernillo, así las podríamos recordar nuevamente cuando fuésemos grandes. Cada una comenzó su propio diario el mismo día mientras ella escribía desde su ventana y yo desde la mía.
Aún me causa intriga saber lo que Becky escribió allí. A veces la veía sonreír enormemente mientras decoraba las páginas y la duda se incrementaba.
Miré el viejo cuaderno que ahora posaba sobre mis piernas. Tomé una bocanada de aire y lo abrí.
La primera hoja estaba llena de rayones y dibujos hechos por una Freen de 7 años.
Había un dibujo de una casa del árbol, abajo en el tronco, estaba el dibujo de Becky, lo pude reconocer porque tenía un vestido rosado y Becky amaba usar ese vestido de pequeña. A lado de Becky me encontraba yo. Nuestros dibujos se tomaban de la mano y alrededor de nosotras había muchos corazones de diferentes colores, lo demás estaban llenos de flores y un sol que tenía forma de huevo.
"Rebecca Armstrong y Freen Sarocha, mejores amigas por siempre." La nostalgia me golpeó con un guante de boxeo. Un suspiro salió por mis labios y me obligué a no destrozarme dentro del tren. Becky había escrito eso en mi diario y yo en el suyo.
Rompimos tantas promesas que ambas habíamos hecho cuando pequeñas.
Ahora entiendo porque Becky no quería crecer. Decía que la gente grande siempre mentía, y estoy segura de ello ahora.
Pasé a la siguiente hoja.
Sonreía ante cada historia que leía. Cuando Becky se hizo una rajada en la frente con un columpio, todo porque se había atravesado mientras yo me columpiaba y la punta de fierro dió justo a un costado de su frente. Ese día tuve que dormir en su casa debido a que no paraba de quejarse del dolor.
