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— Realmente eres como un niño pequeño, ardillita.

— Mhn.

Minho, a su lado, soltó un suspiro mientras salían del edificio donde Jisung tenía sus clases.

— ¿Qué llevas en la cajita? —preguntó Jisung de pronto, sin saber si lo correcto era o no era tomarle la mano ya que eran, bueno, novios.

Minho enarcó una ceja, quitando la tapa del envase y revelando unos lindos cupcakes con forma de flores y decorados con distintos tipos de crema.

Jisung humedeció sus labios y extendió una mano, pero Minho la manoteó.

— Los vendo, no los regalo —regañó Minho sonriendo—. Son ochocientos won.

— ¡Pero soy tu novio! —se quejó Jisung.

— Entonces son dos mil won —replicó Minho.

— ¡Cachetitos!

— Dame cinco, conejito.

Jisung crispó sus hombros cuando apareció Hyunjin de pronto, con esa estúpida sonrisa que ponía hacia Minho, pareciendo una maldita rata de alcantarilla.

Estaba pensando seriamente en llamar a control de plagas para que se hicieran cargo de ese pequeño problema.

— ¿Qué haces aquí, Hyunjin? —preguntó Minho, tendiéndole el envase mientras su amigo sacaba los billetes.

—Bueno, aproveché el tiempo libre mientras espero a In-in para buscar a tu anciano novio y hablar con él —respondió Hyunjin, echando sus cupcakes a una bolsa de papel.

Sí, definitivamente llamaría para que se deshicieran de esa rata inmunda.

— ¿Hablar de qué? —preguntó Minho frunciendo el ceño, viéndose totalmente adorable en opinión de Jisung.

— Cosas de gente grande —respondió Hyunjin—, así que anda a darte una vuelta por el estacionamiento, esos cupcakes no se venderán solos.

Minho los miró con una expresión confundida a los dos, pero al ver que Jisung no reclamaba ante las palabras de su amigo, se encogió de hombros y le dijo que lo buscara después en el estacionamiento.

Apenas Minho desapareció, Jisung contempló a Hyunjin fríamente.

— ¿Entonces?

— No sé a qué está jugando Minho —dijo Hyunjin sin rastro de amistad en su rostro—, y estoy seguro de que hay algo que no me está diciendo. Nunca había hablado antes de ti, así que de un día para otro apareciera con alguien que es su novio, me dice que me está ocultando unas cosas —Hyunjin dio un paso tratando de lucir amenazante—. Aun así, no me voy a entrometer en ello. Sin embargo, si le haces daño, si veo a Minho llorar por tu culpa, te haré miserable, Han Jisung, y nadie podrá–

— ¡Gatitoooooo!

La seria perorata del cara de llama fue interrumpida cuando un chico alto y delgado, con el cabello teñido de rosado, apareció de pronto lanzándose a los brazos de Hyunjin. El aludido lo tomó de la cintura con clara sorpresa para luego mirarlo con cariño.

— ¿Cómo estás, Innie? —le preguntó antes de darle un pequeño beso en los labios.

— Ugh, tuve un mal día, dame amor —se quejó el recién llegado. Unos segundos después, se giró hacia Jisung, mirándolo de pies a cabeza, y humedeció sus labios—. ¿Quién es este chico tan guapo, gatito?

— ¿Guapo? —escupió Hyunjin—. No lo puedes encontrar guapo, tiene cara de anciano.

— Habló el cara de llama —soltó Jisung, y le guiñó el ojo al muchacho de cabello rosado, haciéndolo soltar una risa baja.

— ¡No puedes coquetearle a mi novio! —gritó Hyunjin, agarrando posesivamente a Jeongin por la cintura—. ¡Eres el novio de Minho!

— ¡¿Lino tiene novio?! —chilló Jeongin.

— Es una larga historia.

— ¿Y quién te golpeó en la cara, bebé? —Jeongin le tocó la mejilla herida a Hyunjin.

— Un anciano —respondió Jisung sonriendo burlonamente.

Hyunjin masculló algo por lo bajo.

— Suficiente por hoy, nos vamos —gruñó Hyunjin girándose sin decir otra cosa.

— ¡Adiós, señor con cara de grumpy cat! —se despidió Jeongin, sin dejar de sonreír aunque soltó un chillido cuando, frente a todo el mundo, Hyunjin le dio un agarrón en el culo.

Jisung soltó un suspiro, cansado, y negó con la cabeza tratando de no pensar demasiado las cosas. Suficientemente se había complicado su vida esos últimos días para agregarle otro problema.

Lo único que debía hacer era llevar una convivencia sana con Minho, y cuando llegó al estacionamiento y el bonito chico le dio de comer un cupcake, supo que quizás todo sería más agradable de lo que realmente había creído.

Lo único que debía hacer era llevar una convivencia sana con Minho, y cuando llegó al estacionamiento y el bonito chico le dio de comer un cupcake, supo que quizás todo sería más agradable de lo que realmente había creído

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Novio de Alquiler.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora