Han Jisung odia las cosas del amor, y sobre todo, los novios. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargado, así que decide "alquilar" a un chico con una preciosa sonrisa, Lee Minho, para que sea el novio de s...
— Podríamos mandarnos a hacer unas camisetas con las siglas J.O.V.A.J.Y.M.P.Q.V.F.P.S., así seríamos únicos y especiales.
— Por dios Felix si no te callas voy a meterte mi zapato en la boca.
— Vaya vaya, pero que príncipe más agresivo.
— Apoyo las dos mociones, la de las camisetas y la del zapato.
Todos se giraron hacia Hyunjin, que se encogió en su lugar. Se limitaron a rodar los ojos, viendo entre los arbustos donde estaban escondidos, a Jisung que había salido de su casa al fin, yendo a una tienda de discos para comprarse algo. Después de eso, lo siguieron cuando caminó hacia un puesto de helados. En ese mismo momento estaba sentado en la banca de un parque, sin mostrar expresión alguna, indiferente al mundo.
Sin ver al chico que se acercaba a hablar con él.
— Es tan bello —suspiró Jeongin.
— Tiene la misma narizota de Hyunjin—se burló Felix.
— Lo que importa es la belleza —replicó Jeongin callando a todo el mundo.
El chico se detuvo frente a Jisung, que lo miró con el ceño fruncido.
— ¿Qué quieres, Juan Luis? —preguntó Jisung.
— Uy mi amor estás como puerta de taxi pa' darte duro —dijo Maluma sonriendo—. ¿No quieres ser mi segundo baby?
El pobre de Maluma terminó con el helado sobre su cabello.
Observaron a Jisung marcharse a pisotones, gruñendo por lo bajo, y a Maluma que se iba a coquetear con un grupo de chicas al otro lado del parque.
— Eso fue un gran fracaso —dijo Seungmin en medio del silencio.
— Oye, no me digas —espetó Jeongin.
— Oh no, ya van a comenzar —murmuró Chan.
— Sólo estoy señalando algo —protestó Seungmin.
— Bueno, si no te gustó este plan, ¿qué se te ocurre a ti? ¿Acaso hacer que los extraterrestres se rapten a Lino y Jisung y los dejen juntos en un planeta? —gruñó Jeongin.
— Esa no es tan mala idea —concedió Seungmin.
Jeongin se giró hacia Hyunjin, que los observaba en silencio.
— ¿Me puedes decir qué demonios le viste?
El aludido se removió en su lugar, incómodo, pero antes de hablar fue interrumpido por Felix:
— Sólo tenemos que hacer que Jisung y Minho hablen una vez más —dijo llamando la atención de sus amigos—. Estoy seguro de que si vuelven a hablar, se aclararán las cosas entre ellos —observó a Hyunjin y Jeongin—. ¿Han llamado a Lino?
— No responde las llamadas —dijo Jeongin con pena.
— Y cuando vamos a su casa no nos abre —agregó Hyunjin.
Otro momento de silencio.
— Podríamos raptar a Minho y hacer que Jisung vaya a rescatarlo como en una película de acción —sugirió Seungmin de pronto.
— Y luego mandarnos a hacer camisetas —cedió Felix.
— O simplemente —dijo Chan entre dientes—, hacemos que esos dos se encuentren por accidente.
— Qué aburrido —resopló Felix.
— Lixie, cariño, ya van dos meses sin sexo —dijo Chan con dulzura.
— ¡Veremos quien se jode, si tú o yo! —chilló su novio.
— ¿Eso es una apuesta? —replicó Chan.
— ¿Cómo podemos estar manteniendo esta conversación? —preguntó Jeongin exasperado—. Averiguaremos qué está haciendo Minho. Cuando lo sepamos, ustedes se encargarán de llevar a Jisung allá, ¿entendido?
— ¿Averiguaremos? —murmuró Hyunjin.
— Sí —Jeongin lo miró con los ojos entrecerrados— Tú, Seungmin y yo iremos. Es hora de tener una conversación.
— Santa Virgen de la papaya, esta noche valiste —rezó Chan señalando a un pálido Hyunjin.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
