Han Jisung odia las cosas del amor, y sobre todo, los novios. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargado, así que decide "alquilar" a un chico con una preciosa sonrisa, Lee Minho, para que sea el novio de s...
Los labios de Minho eran suaves, tiernos y al parecer, muy, muy sensibles.
Porque cuando Jisung mordió su labio inferior, de la garganta del muchacho se oyó un gemido ronco y excitado.
Notó entonces que estaba sobre el cuerpo de Minho, en medio del patio de la universidad, con su entrepierna pegada a la suya, y sin saber muy bien el por qué se presionó contra ella.
— ¡Basta, que asco, ugh, dejen de besarse!
Minho rompió el beso, empujándolo, con el rostro ruborizado y los ojos nublados por...
¿Placer? ¿Deseo?
¿Disgusto?
El que había hablado fue Hyunjin, todavía en medio de Seungmin y Jeongin, que los contemplaban con verdadero interés.
Jisung limpió su boca con su muñeca, confundido consigo mismo por haber actuado de esa forma cuando no solía reaccionar así.
No es como si Minho hubiera sido su primer beso. Pero de todas formas, Jisung tampoco besaba a todo el mundo. Los besos eran... eran demasiado íntimos. Reservados solo para personas que realmente quisiera, no para...
No para un novio falso, que estaba ahí solo por dinero y lo dejaba quedarse para complacer a su mamá.
Pero Minho era...
— No seas malo, Jinnie —regañó Jeongin cariñosamente—, tú igual eres así de intenso a veces.
— ¿De verdad? —preguntó Seungmin poniendo una expresión de interés—. Me gustaría verlo.
Todos miraron hacia Seungmin, que observaba de forma grosera a Jeongin. El más bajo puso una expresión de rabia mientras las mejillas de Hyunjin se ruborizaban.
— ¡Eres horrible, tonto robanovios! —protestó Jeongin tomando el brazo de Hyunjin.
— A Jinnie le encanta que me ponga así —replicó Seungmin sin dejar de sonreír.
Jeongin abrió la boca para responder.
— ¡Sí! ¡Pelea de gatas! —gritó Minho cambiando su expresión a la de siempre.
Tanto Jeongin como Seungmin lo miraron de forma incrédula.
Jisung ignoraba a Minho, sintiéndose todavía confundido consigo por haber actuado de esa forma, por no haber pensado en sus acciones, por haber besado tan intensa y desesperadamente a su falso novio cuando jamás habían hablado de eso.
No es como si Minho fuera desagradable, todo lo contrario, el chico era dulce, tierno y gracioso la mayor parte del tiempo, y a Jisung le gustaba eso. Contra su voluntad, se estaba sintiendo más cómodo de lo que correspondía, pero lo que más le chocaba era que a veces no le importaba para nada.
— ¡No soy una gata! —se quejó Jeongin poniéndose de pie—. ¡Me voy, Jinnie!
— ¿Ah? —Hyunjin lo miró, encogiéndose de hombros—. Está bien.
El rostro de Jeongin se puso rojo por la molestia.
— ¡Vete al diablo, Hwang Hyunjin, y ándate con este imbécil! —gritó antes de girarse para irse a pasos enormes.
— Pero qué–
— Eres el peor novio del mundo, Jinnie —dijo Minho riéndose mientras Seungmin tomaba a Hyunjin del hombro para llamar su atención.
A Jisung no le importaba seguir besando a Minho. Es más, ese pequeño tiempo juntos, lo había disfrutado un montón.
Así que cuando se pusieron de pie para irse a clases, tomó a Minho de la mano para llamar su atención, en tanto Seungmin como Hyunjin se adelantaban.
— Oye, Lino–
— No vuelvas a besarme —le interrumpió Minho de forma seria—. Al menos, no sin mi consentimiento.
Jisung sintió su corazón apretarse, pero se limitó a asentir, como si las palabras no le hubieran dolido.
Aunque por dentro estuviera muriéndose de a poco.
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