Eran tiempos revueltos, también para nosotros, pero veía la luz más encendida aquí que enfrente, alguien cantaba por ahí que la luz del Tartiere se quedaba encendida por si algún día regresaban. Había escrito gran parte de esa tercera historia comenzada en mi infancia-adolescencia y empezaba a creer en ella tras disfrutar de Navidad Azul en vivo y en directo. Después de una sorpresa inesperada, tras ver 14 años pasar en tan sólo segundos, en tan solo 11 malditos metros, que aunque para algunos eran un infierno, para mí habían sido las escaleras al cielo. Aquellas lágrimas escondían, no sólo miles de recuerdos, ¡Millones!.
Finalmente el escuchar a la gente cantar por la calle aquello de: "pero mira como lloran los muiles en el Piles, pero mira como lloran, que hoy también han perdido. Ganamos, Ganamos y les volvemos a ganar y pierden los aldeanos por no poder marcar.", era la vida, eran los sueños de cuatro niños cumplidos. Pero en esa misma historia decía algo así como que al final todo llega para quién sabe aguantar, y nosotros supimos aguantar, vaya si supimos.
Eran tiempos de preguntarme si los imposibles también existían y aquí, un día de madrugada y tras haber escuchado azul completo de nuevo había encontrado una pequeña pista de que la gran debacle podría llegar en dos fases, y que fuéramos nosotros mismos los encargados de liarla parda y poner punto y final a la primera. También si esto fuera así, quedaría ya definido el papel de esa ciudad que llevaba casi 12 años en mi mente tras un giro inesperado por el medio.
Nunca es tarde para nada, y estábamos a tiempo de que la temporada de navidad azul terminara con grandes sorpresas y que como con esta segunda historia había ocurrido, la tercera también comenzara antes de tiempo y durara más de lo previsto.
Pero ya por pedir, y con ojo a que se cumplían 20 años de nuestro descenso a los infiernos, mis mayores deseos en esos momentos tan sólo eran que fuera año santo (para mí lo era, y quién me conoce bien sabe porqué) y ser nosotros los encargados de armarla y hacer que tras toda una vida Asturias estallara de nuevo. De hacer que llegara esa jornada 39 y ver cómo 🎵 El Sporting se va...🎵 aunque no fuera en esos momentos cuando nosotros regresáramos. Pero estaba escrito desde hacía tanto tiempo que al igual que pasó con navidad azul, si había comenzado no podría terminar de otra forma que no fuera la prevista, y es que en el momento en que sentí el silbato del penalti, hacía ahora unos meses, mi corazón me dijo que había llegado el momento, que después de 14 años no podríamos quedarnos a tan sólo segundos, que no podíamos quedarnos a un solo gol, y que mucho menos, no podríamos quedarnos a 11 malditos metros de tocar las escaleras del cielo*, y así fue, y estaba casi convencida de que así volvería a ser con nuestra tercera historia, porque aunque fuéramos uno menos que antes, habíamos logrado cazar al monstruo del Piles y habíamos logrado teñir de azul la navidad. Ahora sólo faltaba creer...
*En cuanto a las tres historias se considera el cielo la gran debacle, siendo por ello la previa (navidad azul) sus escaleras.
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Una historia de verdaderos héroes.
No FicciónY esta es nuestra historia, las cicatrices ya no duelen, permanecen cerradas, recordándonos el lugar de donde venimos, recordándonos que somos indestructibles, que nuestra historia es interminable.