Seamos felices ok? 🔞

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Merlina dejaba marcas por todo el cuello de la rubia, mordidas y chupones, en ese proceso sintió como todo su cuerpo comenzó a entrar en calor.

Pronto fue retirando el suéter que cargaba la rubia dejando a la vista su brasier azúl pastel con un moño rosa, algo tierno para la de trenzas en un momento así.

Ahora las prendas de la rubia comenzaban a molestar, también retiró el pantalón que cargaba esta, dejándola así únicamente en ropa interior.

—No se vale

—Que no se vale cara mía

Usó ese apodo que tanto le gustaba a la rubia 

— No es justo que yo sea la única persona que no tiene ropa aquí

Y al terminar de decir eso tomó la camisa que llevaba la pálida y la retiró al igual que retiró su pantalón, dejándola únicamente en brasier y bóxers.

Se besaron nuevamente, ésta vez con más pasión ahora Merlina estaba sintiendo como la calentura le inundaba el cuerpo, y ya comenzaba a ser notorio.

En un movimiento rápido Enid se colocó encima de Merlina frotando su centro con el miembro semi erecto de la de trenzas haciendo que esta suelte gemidos  llenos de placer.

Puso sus manos en el brasier de la pálida y quitó el seguro que sostenía este, retirándolo y al terminar está acción inmediatamente colocó uno de los pechos de la pálida en su boca comenzando a succionar como si se tratara de bebé hambriento..

Merlina no podía estar sintiendo más placer que ese.

La rubia fué colando una de sus traviesas manos dentro del boxer de la pálida comenzando a hacer movimientos de arriba hacia abajo, logrando que el miembro de esta se pusiera erecto por completo.

Pronto dejó de hacer esos movimientos extrañando un poco a la de trenzas hasta que esta le preguntó porqué se detenía.

Porqué te detienes?

—Sabes mer, desde hace un tiempo quería experimentar cosas nuevas contigo -respondió con una sonrisa traviesa-

De que hablas

—Ya verás

La rubia se dirigió a su armario de dónde rápidamente sacó un objeto que hizo confundir a Merlina.

Era una bufanda.

Y que se supone que vas a hacer con es-

Calló cuando los labios de la rubia se posaron sobre los suyos y fué recostándola en la cama poco a poco.

Sin hacer movimientos demaciado bruscos Enid ató las manos de la pálida al espaldar de la cama, una vez que Merlina se dió cuenta de esto era demasiado tarde

Enid se separó del beso y miró a Merlina con una sonrisa

Porqué me miras así -dijo con un tono burlón- aguantaras un tiempo sin poder tocar

—Vamos nid, sabes que me gusta poder sentir tu cuerpo, porfavor desátame -pidió en un tono suplicante-

—No merli, hoy no tocaras, yo mando

Y con eso fué retirando poco a poco los boxers de Merlina, aumentando poco a poco la necesidad que tenía esta de tocar el cuerpo de la rubia.

Merlina trataba de deshacer el nudo de la bufanda pero le era imposible, estaba concentrada en eso hasta que sintió como la rubia rodeaba su miembro con su cavidad vocal, cosa que la hizo gemir aún más fuerte.

Una promesa rota WENCLAIR (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora