Capítulo 3: Te vuelvo a ver

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Despertó por el sonido de una puesta al ser cerrada. Se incorporó de la cama y miró a su alrededor, estaba sola. Se preguntó brevemente en dónde estaría Yoon, pero era más importante lo cansada que se sentía. Se dejó caer de nuevo sobre su almohada y se acomodó por un momento.

¿Cuándo había sido la última vez que bebió tanto?

Usualmente, cuando salía a bailar, cuidaba mucho lo que bebía. Principalmente porque a pesar de que conocía a muchas personas, también sabía que no podía confiar en casi ninguna. En el ambiente nocturno de New York, nunca se sabía quién podía estar metido en sustancias ilícitas. Por eso era mejor no perder de vista tu bebida y no aceptar tragos de otros.

Ese tipo de precaución las tomaba en todos lados, no importa el país o la cultura; pero era diferente cuando estaba con personas a las que podía considerar amigos. Con Yoon Ji Hoo, ese era el caso, aunque no eran cercanos.

Había recibido más de una bebida por parte del castaño, incluso, en algún punto terminaron bebiendo del mismo vaso y ni una sola vez se le había ocurrido desconfiar de él. Eso había sido irresponsable de su parte... pero era Yoon Ji Hoo, imaginaba que en realidad no importaba demasiado.

Después de un rato, terminó por levantarse e ir directo al baño para ocuparse de sus asuntos. Al mirarse en el espejo, notó el rostro un poco hinchado por todo el alcohol que había bebido, su pelo era un desastre e incluso olvidó quitarse el maquillaje. Ahora agradecia haber despertado sola, estaba horrible, para ser honesta. Se desvistió rápidamente se metió en la ducha, mientras más rápido comenzara a quitarse los restos de la noche anterior, más rápido comenzaría a sentirse humana de nuevo.

Por buena suerte, ese día no tenía que trabajar, así que su única preocupación era encontrar un remedio para la resaca y, tal vez, una taza de café.

Cuando abrió la puerta de su habitación, fue capaz de escuchar el ruido de alguien en la cocina. Acaso ¿ Yoon Ji Hoo estaba preparando sus famosos Hot Cakes? Según lo que había escuchado, eran los mejores del mundo. Super esponjosos, suaves y deliciosos. Jan Di siempre alardeaba de haber sido quien le dió la receta. Ella no había tenido la oportunidad de probarlos.

A pesar de que sentía el estómago algo indispuesto, tener la oportunidad de probar esos Hot Cakes valdría la pena. Sonrío un poco ante la idea de ver al castaño cocinando. Para su sorpresa, una vez llegó a su cocina, rápidamente se hizo evidente que no habrían Hot Cakes para el desayuno. O que vería al castaño cocinando.

- ¿Está despierta? - la recibió la voz de su asistente.

- Buenos días Srta. Jeon - la saludó mientras recibía un remedio para la resaca de la mujer. No perdió tiempo y lo bebió en unos pocos tragos - ¿No era hoy su día libre? - le preguntó mientras se sentaba en la encimera.

Su asistente personal colocó un plato con un par de tostadas frente a ella, además de café y mantequilla. Notó rápidamente que solo había un "desayuno". Eso la hizo mirar alrededor de su departamento.

Podía ver a medias el desastre que era su sala de estar, con los cojines revueltos y en el suelo. Su mesa de café era un desastre, con cartas y restos de bocadillos, obviamente iba a tener que recoger el lugar. Lo que no fue capaz de ver, fue al heredero de los Yoon.

¿Estaría en el baño de visitas? No podía oír nada desde esa dirección, así que, ignorando la respuesta que su asistente estaba comenzando a formular, se reclinó un poco en su silla para echar un vistazo.

- Srta. Ha, si se cae de la silla, no voy a ayudarla.

- Es tan mala Srta. Jeon - le dijo con un puchero, mientras mordía un trocito de su tostada. No era, para nada, tan sabroso como un Hot Cake.

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