Capítulo 4

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14 de Junio, 2014 - Brasil

El próximo día fue de entreno y a pesar de los esfuerzos del alfa Márquez, Guillermo pudo esquivarlo en todo momento. Era difícil pero era más fácil que enfrentarlo a él y su confesión. No sabía con exactitud qué pretendía su ex prometido, todo era muy confuso, solo sabía que verlo le dolía.

Le recordaba a una etapa oscura donde aguantó malos tratos, llantos solitarios, infidelidades, y dejó de lado su dignidad con la esperanza de que algún día el alfa atento del que se enamoró volviera a él.

Pero ni siquiera eso lo mantuvo a su lado...

En otro de sus esfuerzos por no toparse con el defensa mexicano y despejar su mente, Guillermo merodeaba el ala opuesta a las habitaciones asignadas para su selección completamente solo. En parte, agradecía que su relación no hubiera sido pública. Sería un calvario lidiar con la prensa y casi imposible estar solo, más en eventos como este, trabajando tan cerca de su ex. El chisme provocado por la farándula era abrumador y peor cuando se trataba de él.

Se dirigía a la piscina, una de las más atractivas, pero curiosamente poco concurridas, amenidades del hotel. Se sorprendió por encontrar el lugar casi desolado, pero decidió aprovechar para recostarse un rato antes de nadar en una de las tantas sillas de playa en el área.

☁️☁️☁️

Se despertó con un ruidoso ¡Splash! y sintió pequeñas gotas alcanzarlo y mojar su rostro inmediatamente después de despertar.

Fue fácil encontrar qué había sido. Dirigiendo su mirada a la piscina pudo ver a Sergio Agüero y Ángel Di María, ahogándose en carcajadas a la orilla de esta. Dentro se podía ver a un empapado, y visiblemente molesto, Lionel Messi.

Dedujo que lo habían empujado. Debía admitir que la situación era bastante graciosa y que la cara de enfado del cachorro era indiscutiblemente adorable. Se rió por lo bajo, llamando la atención de los argentinos, especialmente de uno.

-Lamento haberte despertado. -Dijo Ángel, calmando su risa.

Guillermo hizo un ademán con sus mano, indicando que no había problema.

Lionel estaba que se moría de vergüenza.

Fue una suerte del cielo llegar y poder ver a aquel omega descansando plácidamente en traje de baño junto a la piscina. Sintió todos los colores subir hacia su cara al verlo y la mirada cómplice del sus amigos puesta en él.

-Ve, es tu oportunidad de hacerle conversación. -Dijo en un tono genuinamente motivador el beta.

Tragó en seco, nervioso, pero la valentía que le daba el recordar lo bien que le fue en la conversación del día anterior hizo que decidiera caminar hacía él.

Valentía que se fue al caño una vez que al acercarse al omega, este se revolvió en su sitio y en un intento desesperado de que no lo atrapara en el acto salió corriendo hacia sus amigos solo para tropezar y caer, sin ninguna delicadeza, al agua.

Por lo menos había hecho a Guillermo reír.

☁️☁️☁️

Guillermo decidió entrar al agua cuando vió a los argentinos tener la tarde de sus vidas lanzándose a la piscina. La risa de Lionel era contagiosa y se encontraba sonriendo inconscientemente al escucharla.

Se sostuvo el cabello con una banda elástica y se lanzó en clavado a la piscina, vacilando en si acercarse a los jóvenes era una buena idea o si debería de disfrutar el agua por su cuenta. Se decidió por la segunda, ya que no quería molestar a los chicos, seguramente no querían a un adulto como él molestando.

Cachorro de Alfa [Messi x Ochoa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora