Suicidio. Oigo esa palabra y un horrible dolor se impregna en mi pecho. Me paralizo. Lo he oído y lo he vivido. Es más duro de lo que parece. Oyes en la tele cuántas personas mueren por suicidio al año y yo veo a gente que conozco entre esas cifras, compañeras y mi abuela. Suicidio. Quise recurrir a él en mi peor momento pero no lo hice. Suicidio. Como una palabra puede hacer que mi día de un giro 180.
ESTÁS LEYENDO
La vida en reflexión
Non-FictionSalud mental. La depresión, ansiedad, un trantorno alimenticio... No se nota a simple vista, pero ¿y si estuvieras en la cabeza de una de esas muchas personas que lo sufren?