Me sentía muy vulnerable al sentir el roce de tus dedos. Miedo es lo único que cabía dentro de mi cuando tus manos se posaban en mis piernas. Todos esos amagos se quedaron grabados en mi mente.
Ahora, cada vez que alguien me toca vuelvo a recordar, y ni abrazos ni besos me dejo dar.
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La vida en reflexión
No FicciónSalud mental. La depresión, ansiedad, un trantorno alimenticio... No se nota a simple vista, pero ¿y si estuvieras en la cabeza de una de esas muchas personas que lo sufren?