Solo oigo gritos, solo los hay. No entiendo que dicen ni porque discuten. Algo viene hacia mi pecho y me lo empieza a presionar. Las palabras se me quieren salir de la boca pero me tengo que callar. Corro hacia mi habitación y me hago un ovillo en la cama. Me pongo los cascos con la música a tope. Esa escena aparece en mi cabeza, pero realmente sigo ahí, paralizada por todas aquellas voces.
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La vida en reflexión
Non-FictionSalud mental. La depresión, ansiedad, un trantorno alimenticio... No se nota a simple vista, pero ¿y si estuvieras en la cabeza de una de esas muchas personas que lo sufren?