Capítulo: 6

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Gina.

Dos días horribles pasamos encerrados aquí con la angustia de no saber de mi amiga y hermana del alma. Me aterra que Isabella esté mal todavía, y me jode no estar con ella.

Tristán está súper cabreado, sino fuese por mí, seguro hace rato hubiese tratado de enfrentarse a uno de los guardas, y escapar.

Sí, le soy un estorbo.

Se me agua los ojos al pensar que es mi culpa, siempre he sido nada para las personas que debería serlo todo.

Mi familia por ejemplo, soy la moneda de cambio para agrandar la fortuna del avaricioso de mi padre, quien nunca tiene suficiente.

Ni mi madre me quiere realmente, ella es sólo una esposa trofeo, y se ha encargado con todas las institutrices que me puso fue para moldearme a su semejanza.

Lo malo es que tengo demasiado carácter para ser moldeado. Por eso ahora me hallo aquí, y por lo más loco que parezca prefiero estar aquí.

Porque sí, estoy encerrada en un calabozo mugriento y maloliente pero que gracias a la presencia y fortaleza de Tristán me siento segura.

Aún me cuesta creer que exista un mundo sobrenatural, y que él y mi mejor amiga sean hombres lobos.

Debería estar aterrada, sólo que no es así. Más bien, estoy fascinada por descubrir mejor este mundo.

Ahora me encuentro agazapada en el único camastro que hay aquí, y miro a un serio Tristán que tiene los ojos cerrados.

Es indudablemente apuesto, piel blanca con aquellos músculos tan duros y su altura que casi raspa los dos metros. Sus labios color rosa carnosos, y aquellos ojos azules tan bellos que cuando te miran fijo te ponen a temblar.

Eso me sucede a diario, y es que para mí desgracia este mocoso me gusta demasiado.

Desde que lo vi por primera vez, creí que era la pareja de Isabella, y luego respiré cuando supe que eran hermanos.

Flipé cuando me enteré que Isabella era la mayor cuando por apariencia él aparenta más edad.

Es que lo creía de 27 o 29 años, nada más alejado de la realidad.

Y sólo tiene 22 años.

Tristán siempre me ha tratado odiosamente. Y me restregaba en la cara todas sus conquistas.

Siempre supe que él sabía de mis sentimientos, y sólo se burlaba de mí al pasearme a sus conquistastas.

Por eso yo también me puse perra al hacerle lo mismo. Y vaya que disfrutaba sus rabietas que lo hacían largarse del lugar donde nos encontrábamos.

Sus pestañas largas rosaban sus mejillas al tener los ojos cerrados sentado en el suelo con su espalda recostado a la pared.

__Me vas a desgastar rojita.

__Modula Tristán burlón, logrando el bufido de la humana.

__ No te creas tanto niñato...Solo te miraba así porque aún me cuesta un poco asimilar que tu cuerpo de alguna forma se rompe para darle forma a un lobo gigante.

__Desvío airosa. Él abre sus iris azules enfocándolos en mí, aguanto un jadeo de admiración.

__Se que es mucho por procesar Gina, pero con tiempo te será algo normal.

__Alega Tristán sereno. Viendo que ella aspira hondo sentándose en el camastro cruzando sus piernas.

__Cuenta me como se administran entre ustedes porque noto que todos obedecen a alguien en específico.

La Luz De Mí Ángel (Saga Tu Luz # 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora