Capítulo: 13

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                           Isabella.

Las cosas han estado algo tensas desde que hubo el ataque hace varias  semanas, la seguridad se reforzó en todos lados y está demás decir que me siguen dos escoltas que se encargan de mi seguridad.

Cabe destacar que me enfurecí cuando me dí cuenta que mi Alfa se había atrevido a poner guardas a cuidarme sin pedir antes mi consentimiento.

Los descubrí por casualidad y error de Gina que se tropezó y cayó llevando me con ella al suelo donde ambas salimos lastimadas.

Enseguida los guardas salieron a ayudarnos, cosa que nos descolocó porque se supone que estabamos solas en el jardín de la mansión.

Cuando les pregunté entraron en pánico y al usar mi mando como Luna me dijeron toda la verdad.

Odio usar eso cuando aún no soy presentada como tal, pero situaciones desesperadas, medidas desesperadas.

Recuerdo que me fui echa una fiera en busca de Dietrich dejando atrás a Gina que me llamaba a gritos.

Ahora que rememoro la forma tan abrupta, malcriada y tajante que ingresé al despacho de mi Alfa aún me avergüenza bastante porque este estaba en una reunión con otros Alfas de manadas aledañas.

Eran tres enormes e intimidantes Alfas que se giraron a mirarme con gestos de sorpresas e incredulidad.

Claro pero ninguno tan alto ni fornido como mi mate que me miraba atónito para levantarse de su asiento detrás de su escritorio y caminar hacia mí.

Me sentí algo intimidada, sólo que no agaché mi cabeza, sino que alce mi mentón con orgullo.

Quizás las terapias que estoy tomando en estas semanas me están ayudando mucho porque eso que la miradas de desprecio de esos Alfas invitados no me estaban haciendo ningún mal.

Además que la mirada penetrante y seria de mi mate calaba más en mí que la de esos impertinentes.

__Alfa Dietrich, ¿como puede permitir que una sucia Omega entre así a su oficina sin recibir un castigo?

__Es cierto, ella cometió una falta grande de respeto a usted y a nosotros.

__Comentan los Lobos respectivamente con enojo para cada uno encogerse ante el rugido gutural que dio el Alfa de sangre Real que se gira a ellos con mirada fulminante.

En especial cuando sus ojos grises cambiaron al dorado.

__Noo, ¿como osan ustedes viles cucarachas expresarse así de mi Luna, de mi preciada mate?

__Habla Fénix furioso sacando sus garras de las manos humanas.

__¿E..lla es su Luna?

__No lo sa..biamos.

__Tartamudean ambos lobos intentando que no se les notara tanto el miedo de ser aniquilados por el Alfa  frente a estos que había dado un paso en su dirección.

Sólo que la mano suave y pequeña de la Azabache en su antebrazo frena cualquier movimiento.

__Por favor Fénix, regresa le el control a Dietrich. Sé que estás furioso, pero no vale la pena crear conflictos porque sabes que hay un problema más grande acechando nos.

__Acoto afable sonriéndole. Ganándose un ronroneo del lobo que la mira embelesado.

__Tienes razón mi Ángel, ellos no valen la pena. Pero si vuelven a faltar te el respeto...Les arrancaré la garganta.

La Luz De Mí Ángel (Saga Tu Luz # 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora