Capítulo: 17

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Gina.

Un par de días habían transcurrido desde el fatídico día en que atacaron a la manada, y mi mejor amiga y hermana salió herida, gracias a ese maldito que la atacó.

Tristán cuando se enteró quien había sido estalló en ira, destrozó mi sala, aunque quise matarlo por haber destruido mi casa, no le dije nada porque al verlo tan mal, y dolido me contuve.

Mantuve silencio toda la noche de ese día porque sabía muy bien que súper grave había sucedido, y tengo casi la certeza de que te tiene que ver con el pasado de los hermanos Basoskiv.

En estos momentos me encuentro en la oficina mientras redacto unos informes y al inclinarme me paralizo al sentir como se mueve mi lobito dentro de mí.

Sonrío emocionada, aunque algo choqueada también ya que en los embarazos humanos los bebés tardan más para sentirse, pero estos no.

Según me explicó el médico de la manada es que los embarazos lobunos duran menos, así que cuando cumpla los siete meses máximo ya tendré a mi hijo en mis brazos.

Joder que emoción y terror porque ya tengo dos meses y medio. Ya se me nota un poquitín la panza.

Mando por el correo los informes que me solicitaron, y suelto un suspiro porque lo cierto es que todos tratamos de vivir con tranquilidad luego de tantas pérdidas.

Bueno es que lo material se recupera, en cambio la vida que se perdieron, no lo harán jamás.

Suelto un suspiro de pesar.

Miro la hora en mi reloj de mi muñeca, y me levanto porque ya debo ir a casa, Uuf que alivio me están matando los pies.

Tomo mi bolso, y me estiro a la vez que varios de mis compañeros, los cuales gracias a Dios o como ellos dicen a su Diosa nos llevamos bien.

Aunque he de admitir que todavía no me llevo para nada con la insufrible de Paulet, a quien gracias a todo lo divino se cansó de tratar de echarme porque siempre lograba no caer en su trampa, y es más lo único que conseguía era tener problemas ella.

Sí, soy una perra cuando alguien se lo merece, pero es que he tenido años de práctica y una loba envidiosa no iba a poder conmigo.

Además desde que supo que estoy esperando a un cachorro le bajó a su intensidad.

Creo que fijó su atención en otra loba que entró nueva, un día esa chica estallará y le dará la paliza de su vida.

Salgo de mi cubículo para irme a casa, pero antes debo ir a visitar a Isabella que ya dieron de alta del hospital.

No más recordar todo lo que tanto Tristán como ella pasaron gracias a su propia familia, deja en pañales lo que la mía me hacia a mí.

Sólo que aveces la indiferencia duele más que un golpe.

Sacudo la cabeza porque ahora estoy aquí, escape de un matrimonio forzado y estoy embarazada del hombre que siempre estuve enamorada.

Pero como todo en esta vida, siempre hay un pero, y es que me he cansado de todo lo que me ha echo Tristán, y no se si quiero aceptarlo.

Porque mi bronca es que sólo me quiere porque soy su mate, y espero a su hijo, sino jamás se habría fijado en mí, y eso me duele.

Vuelvo a sacudir la cabeza porque esto me hace mal, estaciono mi auto frente a la mansión principal.

Entro luego de saludar a los guardas que me dejan pasar porque me conocen y soy una humana embarazada.

Nada amenazante.

La Luz De Mí Ángel (Saga Tu Luz # 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora