Prólogo

740 52 3
                                    

Cinco meses antes.

Dietrich.

Sigo la rutina como siempre lo he echo desde que estoy encarcelado pagando mi condena.

Ya llevo diez lunas aquí metido y no me quejo. Sinceramente estoy en paz.

Ya me he dado la ducha del día y ahora vestido me acuesto en mi duro camastro para leer un poco antes de que apaguen las luces.

Me pierdo en las letras que describen un mundo lejano de donde me encuentro y me relaja.

Un golpe en los barrotes llama mi atención para ver a uno de los guardias.

Me enderezo sentándome en el camastro para mirarlo frunciendo el ceño en expectativa.

Me confundo al ver que este se aparta y detrás del mismo se deja ver al mismísimo Rey Alfa.

Verlo aquí me toma por sorpresa. En realidad pude olfatearlo, pero este lugar tiene ya tantos olores desagradables que me es difícil separar uno de otro.

Blake Romanov mi primo y mate de mi ex Luna, Jazmín Hitl, debería decir Romanova se encuentra aquí.

Se casaron en el primer año de su pequeña hija Jade. La futura Reina Alfa del reino.

Es un acontecimiento único, la nena debe tener ya diez años recién cumplidos.

Me enfoco en mi primo que es casi una copia exacta de mí que sólo me mira serio.

Yo arqueo una ceja porque en estos años luego de la última y única vez que vino Jazmín a verme no le volví a ver hasta ahora.

__Agradece le a Jazmín, si es por mi la cuestión sería distinta...Estás libre Dietrich, regresa a tu manada y jamás vuelvas aquí.

__Revela Blake directo.

Avistando asombro en su primo que se levanta quedando a la misma altura que el Rey Alfa que tenso aprieta los puños.

__Vaya... Es indiscutible el poder de las Lunas con sus Alfas que logran proezas. Y tranquilo que de mi cuenta corre jamás volveré.

__Sentencio tajante. Detallo que mi primo asiente para darse media vuelta haciendo le una seña al guardia que abre la reja.

Miro como se va el que alguna vez cuidé como a un hermano y lo quise como tal para sonreír triste.

Ya no se puede ir atrás.

Me llevan al área de las duchas donde me vuelvo a duchar y me dan ropa civil que me da un look diferente.

Me miro al espejo del baño encontrando al Dietrich de antaño.

Lo único es que ya no poseo odio, ganas de venganza ni rencor sólo la resignación de estar sólo para toda la eternidad.

¿Porque como va a compensar la Diosa Luna aún ser que provocó una guerra sólo por sus objetivos egoístas donde murieron inocentes?

No lo hará.

Quedando me la satisfacción de poder vivir mi vida en paz sin problemas porque es imposible que llegue alguien a tambalear aquello ¿verdad?

Hello nenes, Dios quiero llorar de la alegría al empezar con esta bella historia de nuestro sexy lobo vengador Dietrich.

Así que preparense para mucho drama, amor, pasión, deseo y enredos que les hará saltarse varios latidos.

Por lo que bienvenidos.

Saludos cordiales desde Venezuela.

Maire.

La Luz De Mí Ángel (Saga Tu Luz # 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora