Unos golpes me sobresaltaron y de inmediato me senté en la cama limpiándome el sudor que caía por mi frente. Sin duda era una noche demasiado calurosa. Me levanté y me hice una cola de caballo y arrastrando las zapatilla para andar por casa bajé las escaleras y encendí la luz de la cocina parpadeando un par de veces por la intensidad de ésta.
Abrí la nevera y saqué la botella de agua la cual había dejado un par de horas antes, bebiendo a morro de ella sin importarme lo sucio y marrano que podía llegar a ser.
- Oh Dios, qué calor. - murmuré para mi misma.
Un golpe seco me asustó y como reflejo me agarré a la barra americana para no caerme y como modo de protección. Suspiré y dejé la botella de nuevo en la nevera limpiándome la mano mojada por el agua helada con el pijama. Me quité las zapatillas para no hacer ruido -no sabía caminar sin arrastrarlas- y las sujeté con los dedos de la mano siguiendo el ruido de los golpes, los cual se hacían más fuertes e intensos a medida que mis pies se dirigían hacia la puerta que se adentraba al sótano.
La voz de Calum sonó detrás de ella y de inmediato mi piel se erizó al oir una voz femenina ahogada, torturada y con miedo en ella.
- Por favor, lo haré de nuevo y mejor -suplicaba ésta -, no me mates.
- Te dije como hacerlo, Sofía. No lo hiciste, he aquí tu castigo.
Un grito aterrador resonó por toda la casa haciendo que las zapatillas de andar por casa enredadas entre mis dedos cayeran al suelo haciendo un ruido seco. Mis manos se dirigieron hacia mi temblorosa boca y tragué saliva intentando mantener la calma, cosa que se me hacía imposible.
- Vamos, ¿quien manda aquí? -susurró Calum entre dientes. Se deducía que estaba haciendo un gran esfuerzo en torturar a la pobre Sofía.
- T-tú. Tú mandas, por favor... Para - susurró las últimas palabras.
La risa de Calum fue lo siguiente en oírse y un disparo en seco dió por finalizada la discusión y guerra entre mi novio -o lo que sea que fuéramos- y una pobre joven la cual, seguramente, no tenía culpa de nada. La puerta se abrió y los ojos de Calum se entrecerraron todavía más examinando todo mi cuerpo
- ¿Qué haces aquí? ¿Desde cuándo estás aquí?
- Y-yo... -notaba como la garganta se me iba secando e inmediatamente maldecí por haber dejado la botella de agua fría en la cocina.
- Sí, tú. Responde.
Negué con la cabeza y tragué saliva con miedo de ser la siguiente en su lista de chicas guapas muertas.
- Anda -volvió a hablar Calum -, ayúdame. Con tu ayuda iré más rápido.
Minutos después me encontraba en el coche de Calum, en el asiento del copiloto y con un cadáver de una rubia, seguramente modelo, en el maletero.
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Te odio, Wattpad.|2| Calum Hood.
Fanfiction"Lo matas, o te mato yo a ti. Tú decides." Secuela de Gracias Wattpad. Advertencia: Esta historia contiene lenguaje explícito y escenas fuertes. Sí la lees es bajo tu responsabilidad. @reyna_direction & @fantashtic Portada: @-zatan (Te amo, gracias...