16- "Nos divertiremos ésta noche, nena"

421 40 16
                                    

Calum miró con expresión afligida a su auto, y acarició la capota, a lo que rodé los ojos. Tras él haber dormido unas dos horas, para recuperar energía,  habíamos partido de nuevo. Entonces manejó tres horas hasta estacionar en el estacionamiento de un pueblo. No habían persona, pero sí autos, y el plan de Calum era robar uno, puesto que los tipos que lo perseguían,  sabían qué auto tenía.  Sacamos las cosas del auto, que eran en su mayoría armas, y la pasamos al otro auto que el moreno había abierto y hecho encender fácilmente.  Bueno, ya se sabía que era un experto cuando de cosas ilegales e inapropiadas se trataba.

-Bueno, éste auto no está mal- dije para romper el silencio que se había formado tras arrancar y comenzar el viaje en carretera nuevamente. 

Éste asintió sin pronunciar palabra alguna. Luego de que ambos llegáramos al clímax,  estuvimos un rato así,  con nuestros cuerpos unidos. Había sido una experiencia, aparte de excitante, íntima y bonita, y me sabía horrible saberlo,  más que todo admitirlo. El punto es que, después de aquello, Calum se separó,  se vistió y durmió las dos horas en el asiento de conductor,  mientras yo me ponía a pensar en lo que se había convertido mi vida. Había pasado de ser una chica normal, con un lindo novio y vida común y corriente, a una donde estaba secuestrada,  me habían enseñado a hacer daño a las personas y me había enamorado de mi secuestrador, sin olvidar el hecho que escapaba junto a él.  Definitivamente mi vida era un desastre.

Navegando en mis pensamientos, me quedé dormida, y es que no había mucho que hacer. Extrañaba mi teléfono,  y gastar mi tiempo en las redes sociales mientras escuchaba música. 

Desperté unas cuantas horas después, ya era de día y Calum había estacionado en lo que parecía una ciudad. Se colocó unos lentes de sol y me entregó a mí unos de pasta cuadrados sin aumento. Bajamos del auto y entramos a un pequeño hotel. Necesitábamos asearnos. Por suerte Calum tenía un bolso con cosas se higiene, y ropa de cambio, y es que al parecer ya sabía que esto de ambos huyendo, iba a suceder en algún momento. Por lo menos era algo considerado de su parte el hecho de tener ese bolso con tales cosas.

Fui la primera en bañarme y asearme. Fue un alivio para mí cuando hice mis necesidades, sobre todo cuando tenía unas horas sin orinar. Ya limpia, estaba a punto de salir del baño, cuando unas horribles ganas de vomitar se apoderaron de mi cuerpo. Sin dudar me arrodillé y solté lo que contenía mi estómago por la boca hasta que llegó al inodoro. Me sentía asqueada, odiaba el olor a vómito, y es que esto siempre me sucedía cuando viajaba en auto más de 6 horas, ya lo venía venir.  Lavé mi rostro y boca de nuevo para salir y acostarme en la cama.

Calum levantó la mirada cuando me vio regresar y se levantó de inmediato,  sin pronunciar palabra alguna y entró al bañó. 

Calum era un idiota, de eso no había dudas.

...

-Vamos a almorzar- anunció cuando salió del baño. Para mi sorpresa ya estaba vestido. Se colocó los lentes de sol de nuevo. Se acercó a mí con expresión seria y dijo: - Escúchame, Heather, por ninguna circunstancia vas a hablar con alguien, ¿vale?, al menos que sea la camarera, y no levantes la mirada. Tienes meses desaparecida, y pueden estar buscándote. Confío en que harás lo que te pido, por las buenas. 

Asentí, porque, ¿qué más podía hacer o decir? si no era por las buenas, era por las malas, y definitivamente, no quería por las malas. No cuando sabía de lo que él era capaz.

15 Minutos después nos encontrábamos en un pequeño restaurante, cerca del hotel. Realmente moría de hambre, teníamos horas sin ingerir comida alguna, y mi estómago pedía a gritos que lo llenara con algo comestible. 

-Buenas tardes, ¿qué van a desear?- escuché la voz suave de una chica. Miré el menú y luego subí un poco la mirada, pero entonces algo se removió dentro de mí cuando noté como la chica (Que por cierto, era pelirroja y muy guapa) le hacía ojitos a Calum. Si supiera.

-Pollo horneado con patatas y ensalada cocida.- Pedí con voz amable, pero por dentro quería ahorcar a Calum por seguirle el juego a la pelirroja. Maldito. 

-Yo quiero pasta con albóndigas y una hora contigo en mi cama, muñeca.

Las palabras de Calum retumbaron en mi cabeza y apreté los labios, formando una línea recta. ¿Cómo se atrevía si horas atrás...? Heather, es un asesino en serie, ¿qué esperabas?

-Salgo a las 7. Dame tu hotel e iré allá en cuanto salga.-La chica rió y jugó con un rulo de su cabello, asintiendo.

 -Bien, allí estaremos. -Me señaló - Espero te vayan los tríos. -La chica asintió, que al parecer no le molestaba la idea y se alejó. 


Calum sonrió a mi dirección y su lengua pasó por sus labios, lamiéndolos. Oh, no, esperen. 

-Calum, n- el moreno hizo una seña, callándome. 

-Nos divertiremos ésta noche, nena, tal y cómo te lo he enseñado.

Ésta historia sólo le faltaban unos dos capítulo más el prólogo, pero he decidido aumentar unos dos capítulos más, porque se lo merecen, y, se me ocurrieron otras cosas mientras terminaba de escribir éste capítulo. 

Por cierto, si alguna quiere una portada, vayan a mi Cover Shop. 

Un beso. 

Te odio, Wattpad.|2| Calum Hood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora