6- Eres mía Heather

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Sugerencia: Pueden leerlo escuchando love me like you do de ellie goulding, da un sentimiento re lindo.


Cerré los ojos con fuerza tratando de olvidar las escenas de lo ocurrido el día de ayer. El cuchillo en mi mano mientras se clavaba en la piel de la pobre chica, tal y como me lo había enseñado Calum.


Luego de que Calum me enseñara unos de los tantos lugares donde se deshacía de los cuerpos ya muertos de sus víctimas, fuimos a casa. Y cuando ya estaba acostada en la cama junto a él, fue cuando me puse a pensar detenidamente lo que acababa de ocurrir. Yo no había matado a la chica, Calum la había terminado de matar pero yo había sido su cómplice, y eso me hacia sentir muy mal.


-Calum.- susurré a mitad de la noche, comprobando que el sujeto a mi lado, el cual quería, no estuviera despierto. Cuando lo comprobé, salí de la habitación y me senté en el sofá mirando alrededor. Divisé un tabaco a un lado de la mesita, lo cogí, y sin pensármelo dos veces lo encendí dejando que el humo inundara mi ser. No era la primera vez que lo hacia, tampoco sabía si era la última, sólo sabía que en la situación que estaba, el tabaco me ayudaba a relajarme.


- ¿Qué haces despierta?- la voz raposa de mi novio me saco de mis pensamientos y le miré. Su piel morena estaba expuesta, tan sólo lo cubría un bóxer color negro, y yo no podía dejar de mirarle.


-No podía dormir- suspire mientras daba otra calada al tabaco.

Calum se sentó a mi lado y me miró a los ojos, su mirada me intimidaba, no quería mirarlo a los ojos. Un suspiró salió de su boca y lamió sus deliciosos labios.


Cerré los ojos al sentir su tibia mano en mi mejilla y trague saliva. Su tacto ardía dentro de mi, cada vez que me tocaba quería sentirlo más. Y de repente, la realidad cayó en mi como un balde de agua fría. Yo siempre que tenía un pensamiento sobre Calum era como mi novio, pero el nunca me lo había pedido, tampoco sabía lo que él pensaba como tal.


-¿Qué somos?- me atreví a preguntar alejándome de su adictivo tacto y le miré directo a los ojos.


Sus ojos me miraron con curiosidad y sonrió un poco, me quito el tabaco de las manos y le dio la ultima calada mientras el humo de su boca salía disparado justo a mis labios y rostro. Después de dejar el resto de mi vicio en la mesita, suspiró y tomo mi mano.


-Eres mi chica, Heather, que eso nunca se te olvide. Nadie más puede ponerte una mano encima a menos que sea yo, nadie tiene derecho a hacerlo, ¿de acuerdo?- me miró serio y unas de sus manos ahora en mi cuello mientras lentas y suaves caricias me hacían sentir tan bien que casi me derretía frente a él.


Él nunca me había hecho alguna caricia como esa antes, y sólo tenía por decir que se sentía demasiado bien.


-Eres mía Heather- volvió a hablar y me acercó a él, mientras sentía su aliento tibio en mis labios.


Y me besó, pero este beso era diferente, no era agresivo, era con calma, lento, y me hacia dudar cada vez más si estar a su lado era más como un castigo o algo que deseaba.


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Soooo, todo depende de ustedes ¿Quieren tercera parte del maratón? necesitamos muchos comentarios ehhh ♥

Te odio, Wattpad.|2| Calum Hood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora