17- Un trío sangriento.

338 33 8
                                    

Eran las 6:50 de la tarde, Calum estaba observando con admiración su cuchillo favorito, era pequeño, pero cortaba con tan sólo hacer contacto con el filo. Mientras él esperaba ansioso la llegada de la chica pelirroja, yo quería huír, pero mi mente era contradictoria. Me gritaba que necesitaba irme, huir de ese demente, que no importaban mis sentimientos hacia él, porque tarde o temprano me mataría, y es que, eso era lo que él hacía, mataba a chicas, yo sólo era un pequeño capricho del moreno, una diversión para no estar solo, pero cuando se aburriera, se iba a deshacer de mí, y yo habría perdido todo de mí, mi cordura, mi corazón, y mi vida, literal. 

-¿En serio es necesario esto, Calum? ¡Te están buscando! No sé si sean policías, tus enemigos, o yo que sé, pero pienso que matar a una chica no va a ayudar, sólo le vas a hacer que nos encuentren más rápido. - Exclamé, tratando que entrara en razón, porque una parte de mí tenía miedo de perderle, además que sabía que yo también corría peligro si esas personas no eran policías, y entonces, yo moriría también, de eso estaba segura. 

Calum soltó un suspiro, aburrido de mis palabras, hacía 15 minutos venía diciendo lo mismo, repitiendo que era una terrible idea, pero él no me prestaba atención. 

-Lo haremos, tendremos un asombroso trío, mataremos a la chica, veremos la sangre correr por su delicioso cuerpo, y entonces nos iremos. Tranquilizate. - Dijo esas palabras como si fuera algo tan común como jugar cartas. 

Tomé un profundo respiro. No quería, no quería matar a otra persona inocente, no quería vivir escapando, no quería esta vida. 

 -Bien.- Murmuré y me senté en la cama, a la espera de lo que sería el final de la pelirroja. 

15 minutos después sonó la puerta; había llegado. La chica tenía una sonrisa plantada en el rostro, y quise reír, pero no porque me diera gracia, si no para no llorar. 

-Hola, bonita- Calum saludó a la chica con un beso en la comisura del labio, y una vez ella estaba dentro, le sonrío-  Quiero saber tu nombre, para decirlo mientras me la chupas.

Sí,  así era Calum, sin escrúpulos, sin pelos en la lengua.

-Maeve- respondía ésta,  sorprendida ante el descaro que poseían las palabras del monero, pero sabía que a la vez le ponía,  porque, me pasaba exactamente lo mismo.

-Maeve, dulzura, ella es Marie y yo Thomas- nombró nuestros segundos nombres, presentándonos.

Sonreí a Maeve, pero por dentro quería gritarle que estaba en peligro, que se fuera. No quería que mueriera. Tampoco que tocara a Calum. Pero ninguna de las cosas se me cumplirían.

Lo acepté cuando Calum, junto a la chica de pie, empezó a besarla, de esa forma que solía hacerlo conmigo. Sabía que estaba adentrando su húmeda lengua con lentitud en su boca, volviéndola loca, que bajaría lento su mano hasta au trasero y apretarlo, y así hizo; la besó,  y tocó. Estaba incómoda,  y celosa, no sabía que hacía allí.  Calum pareció leer mi mente, cuando aún besando a la pelirroja, abrió los ojos y me hizo ceñas de que me acercara. Lo hice, me acerqué por la espalda de la chica.

-Desnudate - Me ordenó, murmurando, entre los labios de ella.

Lo hice, sin rechistar, y es que, ¿tenía opción?  ¿podía escapar y volver a mi vida? La respuesta era clara, y era no.

Calum se encargó de Maeve, quitando sus prendas. Cuando le quedaba sólo la ropa interior, con el mismo tono que me ordenó a mí,  le dijo que se la quitara. Prosiguió a desnudarse él,  y mordí mi labio al ver su prominente miembro al desnudo. La temperatura empezaba a aumentar por mi cuerpo, y es que él era caliente.

Te odio, Wattpad.|2| Calum Hood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora