Capítulo 20.

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Atenea.

Maraton 1-3

Central de Londres, Lunes.

Aarón me besa con pasion, con lujuria, no hay ni una pizca de cariño en este beso, sus besos son como una droga y yo pues la adicta que quiere más de ello.

Me dejó llevar por las sensaciones que me transmite este chico dejando que me bese como quiera porque ya me tiene a su merced.

-Tus labios son tan adictivos-susurra alejandose un poco de mi.

-Sus besos mi querido General lo son-susurro contra sus labios y hago que sonría.

Joder....

Qué hermosa sonrisa tiene.

Debería de sonreir un poco más.

-Me tienes loco griega, loco por la forma en que me haces sentir, loco por la forma en que me miras, por la reacción de tu cuerpo ante mis caricias-hace una pausa-. Te deseo tanto griega que te follaria aquí mismo.

-¿Porque no lo haces?-tiento a mi suerte.

-Lo haría, pero no lo haremos asi-sus palabras me confunde.

-Y... Eso a qué viene-digo un poco tímida ante la mirada feroz que me regala, sus pupilas están dilatadas y puedo ver en ella la lujuria, el deseo de querer tenerme.

Ya me tienes mi querido General.

-Quiero qué me desees tanto, qué supliques que te folle, que nos supliques, que te vuelvas loca por los efectos que causamos en ti.

Me despierto un poco descolocada ante el sueño que tuve, joder, ese sueño es lo paso el miércoles pasado luego de que Aarón dijo que me iba a preparar y a lo que se refería es que me iban a preparar para que entren en mi, ellos dos.

Sólo hubo toqueteos por parte de los tres, besos, carisias, palabras morbosas salian de nuestras bocas ante el placer que nos dábamos.

Ell sonido de mi celular anunciando una llamada me saca de mis pensamientos lujuriosos con esos dos, me levanto del sofá donde me quedé dormida luego de entrenar y darme una ducha.

Un número desconocido se refleja en la pantalla.

-General Anderson-contesto esperando que la otra línea conteste.

No lo hace, solo escucho una respiración pausada, un escalofrío instantáneo me recorre por todo el cuerpo.

-¿Buenas?-las palabras salen sin previo aviso, pero la curiosidad de saber quién llama es más.

Tampoco dice nada, la línea queda en silencio, la respiración de esa persona se hace irregular. Esto es una perdida de tiempo y cuando estoy a punto de colgar finalmente habla.

Su voz..

Su voz se me hace conocida...

-Eres tú-es lo primero que dice, frunzo el seño.

-¿Qué? Mire persona desconocida, si no me dice en este instante como consiguió mi número de teléfono y la razón por la que llama tendrá serios problemas-mi voz sale tosca.

-No cambiaste nada-escucho su risa desde la otra línea.

¿Cómo que no cambie nada, a qué se refiere?

-¿Que quiere decir con eso?-pregunto sentándome de nuevo en el sofá.

-Tu actitud sigue siendo igual-de nuevo haciendo énfasis como si fuera qué esta persona al otro lado de la línea me conociera.

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⏰ Última actualización: Sep 14, 2023 ⏰

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