1. [No necesario pero es contexto] Black Sabbath.

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Aprendió a jugar Exy con Riko cuando tenía siete años. No tenían raquetas reales pero fingían que las tenían. Se reían y se divertían. Todo era simple entonces. Tenía diez años y nuevas cicatrices en su cuerpo cuando Riko trajo a un tercero al equipo. Pensó en decirle que se fuera al diablo pero el pequeño puso una raqueta real en sus manos y pensó: "por fin"... Así que se hizo a la idea de que ahora eran tres.

Riko era su mejor amigo pero lo compartía con ese escuálido niño que no recordaba el nombre de nadie -así que Nathaniel no se molestó en recordar el suyo tampoco-. El chico nuevo preguntó por qué sus mamás no los regañaban por siempre estar jugando afuera. Riko solo se rió y dijo que no todo el mundo tenía mamá, la cara del niño se veía confundida por no entender el problema que había con ello. Miró a Nathaniel en su lugar. Este último explicó que su madre trabajaba todo el día y que vivían con su padre, quien trabajaba matando personas para el tío de Riko. Parecía simple cuando intentaba ponerlo en palabras, por lo que no entendía la confusión aún más grande en su cara. Ninguno de los dos se molestó cuando el chico dejó de jugar con ellos. Riko extrañaba su raqueta. Fingir tener una ya no era divertido.

En algún punto ambos tenían demasiadas heridas para salir a jugar de todos modos.

Nathaniel pasó su infancia bajo el mismo techo que un violento asesino protegido por la policía local, huyó de casa muchas veces pero nunca llegó muy lejos. El día que murió su madre -el día que su madre fue asesinada-, estaban en su propia casa en Baltimore y todo fue porque el hombre con el cuchillo estaba molesto por un altercado entre pandillas locales, así de simple, así de rápido.

Nadie lloró y por obvias razones nadie llamó a la policía, Nathaniel no conocía a sus vecinos pero no quería juzgarlos por su silencio, aparte de la retorcida familia de Riko no había nada mas peligroso que su propio padre. Se preguntó si habría sido por temor o precaución, con 16 años pensó que si él tuviera otra opción, tampoco querría involucrarse. Se burló de sí mismo ante tal fantasía. Ese día su padre había cometido el error que acabaría con todo, pues el miedo de su madre era lo único que lo protegía. Ahora Nathaniel estaba solo, sin nadie que lo detuviera de hacer lo que hizo. Conoció a Stuart después de la muerte de su padre.

Él era un hombre alto y peligroso, un negociador y seguramente sus lazos no serían suficientes para mantenerlo interesado en cuidarlo. Pero no sintió ninguna señal de alerta cuando posó una mano en su hombro y le dijo "Bien hecho", le dijo "Vamos a casa, Abram".

La casa de Stuart estaba al sur de Maryland, no había toque de queda como en la suya -¿alguna vez fue suya?-, no había de esas cenas forzadas en "familia", nadie gritaba, nadie lloraba. Cuando recordaba a su madre sólo pensaba en lo dura que había sido con él cuando le dijo que su tío no era alguien a quién podrías llamar por un favor, se lo repetía en su cabeza todo el tiempo y sintió que no debía sentirse cómodo, pero se comió la comida que puso en la mesa y durmió muchas -muchas- noches bajo el techo que puso sobre su cabeza. Sin embargo, no había nada que Abram tuviese que fuese de utilidad para su tío.

No había nadie salvo ellos dos y los guardaespaldas que rotaban turnos en la salida y que Abram había aprendido a ignorar. No había preguntas sobre lo que pasó en Baltimore pero estaba seguro de que lo había visto en las noticias de todos modos. Su padre estaba muerto y su jefe en la cárcel pues el incidente pasó como un ajuste de cuentas que fue demasiado lejos, la prensa todavía especulaba sobre su participación en todo esto. Abram no pensó en Riko, entendió lo que se le había dado, una nueva vida, una última oportunidad de vivirla, decidió que eso haría.

Pasaron unos meses antes de que pudiera comer sin sentir culpa por ello. Pasó mucho más tiempo antes de que pudiese dormir sin un arma entre las sábanas. Y aún ahora, Abram sentía sus músculos tensarse al escuchar el más mínimo crujido en los tablones del piso.

NOVIOS mi chico es un criminal • ANDREILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora