12. Monstruo.

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—Tengo novio. —dijo Andrew mirando en dirección a su madre, mientras Aaron recogía la mesa.

Habían estado desayunando juntos en silencio como era usual antes de irse a la escuela. Aaron dejó caer un par de cubiertos inmediatamente después de su declaración, pero se limitó a observar.

—Eso es genial, cariño. —Respondió ella, sonriendo cálidamente en su dirección. —Es el primer novio del que nos cuentas, gracias por decirme, debe ser importante para ti si lo hiciste.

—Tal vez lo es. —dijo.

Aaron dejó caer accidentalmente los trastes en el fregadero haciendo mucho ruido.

Betsy lo miró por un largo rato dudando si debía indagar más sobre el asunto. Aaron no sabía qué hacer con sus brazos.

—Dime cariño, ¿es bueno contigo?

Andrew pensó en no responder, fugaces recuerdos de un potente color rojo enredado entre sus dedos lo hicieron sentirse irritado, ¿podía mentirle a Bee? Neil no era bueno, estaba lejos de ser lo que Betsy esperaría de alguien que hacía cosas buenas. Neil era paciente, como un cazador, pero para Andrew eso era más que suficiente.

—Lo es.

Betsy le guiñó un ojo tomando el último sorbo de chocolate de su tasa. Aaron estaba haciendo corto circuito pensando en las posibilidades de haber escuchado muy mal.

—Me gustaría conocerlo pronto, cariño.

—No creo que te agrade si lo conoces.

—Me  ¿Cuál es su nombre?

El corazón de Andrew se aceleró, nervioso por decirlo en voz alta, un latido entrecruzado con las letras del nombre real de su novio, otro latido bailando junto a las quemaduras en los nudillos de su novio. Todos sus latidos al rededor del historial delictivo de su novio y la inevitable batalla que tendría con Bee cuando lo vea en persona y le pregunte con su voz de terapeuta qué le había pasado a su cuerpo.

—Neil, es compañero de equipo de Aaron.

—Me tienes que estar jodiendo —exclamó él, terminando de lavar los platos ruidosamente.

Andrew quería decirle que no era asunto suyo, pero evidentemente tenía que saberlo, si quería llegar a algún lado con esta relación que estaba formando con Neil tenía que incluir a toda su familia en ello. Necesitaba sentir seguridad, apoyo de ellos y que le dijeran que no estaba cometiendo un error.

—Ignóralo cariño, si dices que es bueno contigo estoy feliz por eso, pero quiero conocer a quien logró meterte a ver un partido voluntariamente. —Andrew se sonrojó. Bee estaba un poco preocupada pero muy feliz porque Andrew haya sido tan valiente de confiarle esa información.

—No he ido a sus partidos aunque me lo pide bastante seguido...

Bee y Andrew rieron. Aaron estuvo en silencio.

—Cariño, sabes que es importante para mi conocer a la persona y verla a la cara antes de permitir que estés a solas con él, ¿entiendes? solo quiero hablar un par de cosas sobre qué pasa si se meten con mis hijos.

Andrew quería que ese momento no llegara pronto. Pero de todos modos asintió.

—Seguro.

— ¿Él va a terapia?

—No lo creo.

—Se nota —dijo Aaron.

—Puedo arreglar eso. —dijo Bee, satisfecha.

No se habló más del tema. Andrew estaba bien con eso.

Betsy vió la horá en su muñeca y se levantó de la mesa para irse a trabajar, besó gentilmente la frente de ambos gemelos y les deseó un buen día antes de salir. Andrew lo tomó como una aprobación silenciosa.

Los gemelos terminaron de limpiar y se dirigieron a su habitación para tomar sus cosas. Una vez adentro, Aaron cerró la puerta detrás de ellos para darles algo de privacidad en la casa vacía.

Se sentaron uno al lado del otro en silencio hasta que Aaron decidió que era suficiente.

—Te hará daño. Su familia es peligrosa. No me gusta. Tienen que romper.

Andrew estaba preparado para esta conversación, pero no significaba que estuviese de acuerdo con tenerla.

—¿Terminaste o ya puedo ir al orfanato más cercano a devolver los papeles de tu adopción?

—No. Andrew, escúchame, esto es diferente. Es todo luces de colores frente a todos pero es un engaño, no sabes cómo es cuando está en la cancha, está loco.

—Oh bien, me convenciste —suspiró aburrido—, nada de novios, nada de follar con mafiosos y por supuesto nada de asesinos mientras esté cerca de tu estúpida cara, problema resuelto, mucha suerte.

—Entonces qué, ¿me dirás que ves a esa cosa como una persona normal? No sabes una mierda de él ¿O me equivoco?

— ¿Y tú si? ¿Sabes una mierda de él además de lo que otros te hayan contado? No finjas saber una mierda sobre nada, Aaron... Solo eres el que lo ayuda a repasar y luego habla mierda de él a sus espaldas.

—Sé lo suficiente.

—Puedes parar ahora, lo que sea que vayas a decirme ya lo sé, y no recuerdo haberte pedido que me aceptaras. Se los compartí porque los necesito, nunca había hecho esto antes... También es difícil para mí.

Aaron tardó en procesar lo último.

—¿Conocías los rumores y aún así dijiste que si?

Silencio. Andrew sabía de los rumores, Neil le había dicho que eran verdad. Le creyó. Pero ahora Neil quería besarlo solo a él y Andrew deseaba que eso también fuese verdad.

—Me preguntó, y le dije sí —comenzó, Aaron no lo miró—. Me pide permiso para sentarse cerca, me pregunta si puede tomar mi mano, si pudiera pedirme permiso para respirar lo haría y es tan idiota que si le dijera que no solo pararía, ¿entiendes? Es un puto desastre pero pregunta si está bien todo el maldito día y yo...

—Es un monstruo, Drew. Que no sea un violador no lo hace menos peligroso.

—Vete a la mierda, Aaron. Ni siquiera yo sé qué estoy haciendo, yo nunca... —se detuvo antes de decir algo que no quería decir, "yo nunca pude decir que no antes, nadie me dijo que era una opción" pensó, pero estaba seguro de que eso él ya lo sabía. Dejó que ambas manos cubrieran su rostro en un gesto de agotamiento. —dejame tener esto, ¿puedes? —su voz sonó más corroída de lo que hubiese querido, se permitió observar a su hermano por unos segundos, su mirada estaba cansada y Andrew sabía que había ganado.

—Solo... usa condón, no quiero sobrinos tan feos, y dime si necesitas ayuda para patearle el trasero. No me meteré pero puedo decirle al equipo entero que lo haga por ti.

—Qué diablos —Andrew rió, se sentía un poco más relajado. —Púdrete, no pienso decirte un carajo nunca más —dijo lanzándo una almohada al rostro de Aaron—, y puedo hacerlo pedazos yo mismo.

—Mierda en serio necesitas venir a ver un partido de cerca. No puedo creer lo que estoy escuchando.

—¡Es un maldito fósforo!

—Acabé aquí, nos vemos en clases.

...

Gracias por seguir leyendo NOVIOS. De regalo aquí un Neil fósforo.

 De regalo aquí un Neil fósforo

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NOVIOS mi chico es un criminal • ANDREILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora