ESCENA IX

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   El ambiente en la sala era tensa

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   El ambiente en la sala era tensa. El oficial Min estaba sentado en el sofá de una pieza, frente a él Taehyung con la calma que Eloise no lograba encontrar. Una mirada basto para conectar con ella y hacerle saber que todo estaría bien. Seokjin se acercó con una taza de café para el oficial, luego se colocó en medio de Magnolia y Hoseok. Raizel estaba de pie a la derecha de Eloise, quien se encontraba a pocos centímetros de mí.

   —Con que han encontrado dos cuerpos cerca de la casa, ¿verdad? Eso es terrible —Taehyung posó su dedo índice en sus labios. Negó pensativo.
   —Así es, señor Kim.
   — ¿Y usted cree que fue uno de nosotros?
   —Pues, es la única casa en la colina. Son los primeros sospechosos.
   —Lo entiendo —Taehyung desvió su mirada hacia el resto que estaba de pie—. Bien, puede interrogar a quienes quiera. Perderá su tiempo, se lo advierto —se puso de pie.
   —Gracias por preocuparse por mi tiempo, señor Kim. Me gustaría, si es posible, entrevistarlos en privado.
   —Claro. Sígame por favor.

    Min Yoongi caminó detrás de Taehyung, quien lo llevó a una de las habitaciones de abajo. Raizel corrió hacia mí, Eloise la imitó.
   — ¿Y ahora qué? —susurró.
   —Fingiremos que no sabemos —evité mirarlas.
   —Pero... —la voz de Eloise temblaba—. Ellos lo sabrán, yo...
   —Mírame —sujeté sus hombros. Su pupila se dilato dentro del mar dorado de sus ojos—. Solo di que tú estabas en el teatro y que no sabes nada.
   —No sé mentir, me pongo nerviosa. Me atraparan, Jimin. Van a matarme.
   —No dejaré que nada malo te pase. Eloise, mírame. Te lo prometo, yo voy a cuidarte.

    La puerta se abrió, Seokjin fue el primero en entrar a la habitación. Taehyung caminó hacia mí.
   —Ustedes dos, síganme —Raizel y yo lo seguimos hacia la cocina—. Díganme que pasó.
   — ¿De qué hablas?
   —No creas que no los vi anoche, Jimin.
   —Maté a un hombre del prostíbulo —confesó Raizel.
   — ¿Cómo te encontró? ¿Estas bien? —Taehyung siempre hacía notar su preocupación por la castaña.
   —Lo estoy, Tae. Y no lo sé, no sé cómo me encontraron. Pero ya me encargué —Raizel torció una sonrisa en su rostro.
   — ¿Y el otro cuerpo?
   —Fui yo —mentí.
   — ¿Piensas que voy a creerlo? Mírala —giré mi cabeza para ver a Eloise a lo lejos, caminar de un lado a otro—. Es evidente que ella lo hizo.
   —No dejaré que la lleven.
   —Entonces contrólala, porque en cuanto entre en esa habitación, vomitará todo lo que hizo.
   —Le hemos dicho que se tranquilice, pero... —Raizel se encogió de hombros.
   —Podría matarlo —Tae pensó en voz alta—, pero sería aún más sospechoso, no nos daría tiempo de huir con facilidad. Raizel, ve y habla con Eloise, intenta calmarla, pronto será su turno.
   —Está bien, lo intentaré —Raizel se alejó. Intenté dar un paso, pero Taehyung sujetó mi camisa.
   —Tú aléjate de ella, solo logras ponerla nerviosa. Mantente al maldito margen, Jimin —se marchó dejándome allí. Pensando si realmente la estaba protegiendo o en realidad la estaba lastimando.

   Raizel logró calmar los nervios de Eloise, no sé como lo hizo, pero lo que sea que haya hablado con ella, funcionó.
   Eloise salió de la habitación, sus mejillas ardían. Sin embargo me lanzó una mirada rápida y ladeo una sonrisa, me preocupó su reacción, pero lo deje pasar.

    Mi nombre fue el último que se escuchó. Entré en la habitación, Min estaba sentado con una libreta en su mano. No se molestó en levantar la mirada cuando mis zapatos resonaban en la madera.
   —Cierra la puerta —ordenó. Obedecí—. Bien, Park Jimin, ¿verdad?
   —Si.
   —Dime. ¿Dónde estabas anoche entre las 21hs y las 00hs?
   —En el teatro, como siempre —dejé caer mi espalda en el respaldo del asiento. Intenté mantener mi cuerpo relajado.
   — ¿Has visto algo raro?
   —Nada extraño. Misma función que siempre, las risas y la curiosidad en el rostro de las personas. La monotonía de la vida.
   — ¿No te ha parecido ver a dos hombres con conductas extrañas aquí?
   —Mire oficial, yo no soy quien intercambia palabras con el público, mi trabajo está en el escenario.
   —Bien —anotó algo en su libreta con tapa de cuero—. ¿Qué me puedes decir de Eloise? Por lo que Magnolia me contó, es nueva entre ustedes.
   —Lo es.
   — ¿Cómo apareció aquí?
   —Apareció una noche, no tenía donde quedarse.
   —Curioso —Min ladeó una sonrisa—. Según tu amiga, la encontraron en Sylka —el sudor comenzó a recorrer mi columna. Maldita Magnolia. No tenía respuesta, no sabía que camino elegir.
   —Tal vez la encontraron antes de que yo pudiera conocerla. Yo solo recuerdo abrir la puerta y verla allí. Seokjin y Magnolia recorrieron Sylka un día antes.
   — ¿Cuál es su trabajo aquí?
   —No tiene un trabajo aun. Es nueva.
   — ¿Dónde estaba ella, anoche?
   —Repito, oficial, yo estaba en el teatro. No sé lo que han hecho los demás.
   —Bien. Eso es todo —fijo sus ojos en los míos y curvó sus labios. Su sonrisa no era sincera y sus ojos ocultaban algo. Salimos de la habitación, Taehyung y el resto se acercó a nosotros—. Sé que algo ocultan, sobre todo ella —señaló a Eloise—, pero no tengo pruebas, aún. Vendré más seguido a visitarlos, con permiso.
   —Hasta pronto, oficial —Taehyung cerró la puerta principal luego de que Min saliera—. Tenemos que irnos pronto.

  

Cuando baja el telón - Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora