Un nuevo teatro fue abierto a las afueras Sylka, un pequeño pueblo de mil habitantes. El eterno invierno y su interminable nevado le daban ese toque tétrico y misterioso.
Eloise una joven turista y su prometido Jungkook habían decidido pasar uno...
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Todo parecía normal. Observé a la gente entretenida con la función. Magnolia y Seokjin en escena sobre el escenario. Eloise y Raizel estaban cerca de la salida. Raizel se notaba nerviosa, Eloise sujetaba su mano.
Era mi momento de salir a escena. Acomodé mi saco y di un paso hacia el reflector que alumbraría mi llegada al escenario. Sonreí ante el público, poseído por mi personaje y de pronto el salón quedó a oscuras.
Los aplausos del público aparecieron, creyendo que era parte del espectáculo. La luz regresó, la gente solo reía y murmuraba entre sí. Me dispuse a regresar a mi personaje pero me detuve cuando no encontré a Raizel y Eloise en la salida. De repente un hombre vestido de negro, con una máscara del mismo color y detalles dorados se puso de pie entre el público, levantó un arma y disparó contra Magnolia.
El público gritó horrorizado y se dispersaron como hormigas. Seokjin corrió hacia Magnolia. — ¡Sácala de aquí! —ordené. Tomé el arma que había guardado en el interior de mi saco y le disparé al hombre de negro. Cinco más aparecieron. Una guerra de disparos comenzó en el lugar. Noté a Hoseok cortarle el cuello a uno. Tae clavándole un puñal a otro por la espalda. Corrí hacia él. —Se llevaron a Raizel y Eloise. — ¿Qué dices? — ¡Se las llevaron, Taehyung! — ¡Mierda! Hoseok y Jin continuaron asesinando a los tres que quedaban.
Taehyung corrió hacia la salida, lo perseguí. Tres hombres corrían hacia el bosque, dos de ellos cargaban a las chicas completamente dormidas. —Van hacia el bosque —grité.
La oscuridad total. El frio y el silencio reinaban en aquel lugar. Un disparo se escuchó cerca, avanzamos hacia el ruido, refugiándonos detrás de los árboles que nos protegían de las balas. Noté a uno de ellos caminando con cuidado. Buscándonos para poder matarnos. Parecía novato, el arma en su mano temblaba. Tenía miedo.
Apunté mi arma hacia él y cuando intenté disparar, otra se apoyó en mi cien. —Baja el arma —reconocí su voz. Era el oficial Min. —No es a mí a quien buscas. —Que bajes el arma. —Matarán a Eloise y a Raizel si bajo el arma, Yoongi. —Yo me haré cargo de detenerlos. Baja la maldita arma, ahora o te mataré.
Bajé lentamente el arma pero antes de llegar al piso subí mi codo rápidamente para golpear la nariz del oficial. La sangre cayó de repente, llevó su mano a su cara. Arrojé su arma lejos, en algún lugar oscuro del bosque. —Lo lamento oficial, pero esto no es asunto suyo. Nos veremos en algún momento de la vida. —Hijo de puta...
Me alejé buscando a Taehyung, que de seguro había continuado detrás de quienes se llevaban a las chicas. Lo encontré acercándose a una carretera. Lejos de él iban aquellos tipos. Taehyung les disparó, sin suerte. — ¡Malditos hijos de puta! —grité sin detenerme.
Una camioneta negra pasó a velocidad baja. Me apresuré a correr para llegar a ellos, debía detenerlos. La puerta se abrió, un hombre con una metralleta apareció. Taehyung me tiro al piso, los disparos golpeaban los árboles y el pasto del bosque. — ¡No te atrevas a ponerte de pie! —Taehyung sujetó mi camisa en un puño.
Rodamos hasta quedar detrás de una enorme roca. Oímos la puerta cerrarse y el coche aceleró, alejándose de nosotros. Se habían llevado a Eloise y a Raizel. La rabia ardía en mi sangre. Harían con ellas lo que querían y luego acabarían deshaciéndose como si fueran una bolsa de basura.
Taehyung se dejó caer al piso, sollozando cual niño. Desesperado. — ¿Qué haremos ahora? ¿Cómo las rescataremos? —caminé de un lado a otro. Pensando en algún maldito plan. —Recurriremos a Él. Sabrá que hacer. — "Él", "Él"... ¿Realmente nos ayudará, Taehyung? —dejé la ira salir—. ¿Alguna vez lo hizo? —Lo hizo cuando éramos niños. ¿Lo recuerdas? — ¡Joder! Me hubieran llevado a mí y no a ellas. Van a destruirlas, lo sé. —Confía en mí —Taehyung sujetó mi rostro. Me obligó a mirarlo. De alguna manera siempre lo había considerado una especie de hermano mayor. Uno que jamás tuve y encontraba en él —Solo confía en mí, Jimin. Haré cualquier cosa por salvarlas.