-¿Hay alguien aquí?-a (...) no se le ocurrió mejor idea que ir a la torre y registrarla.
En un segundo todo se volvió oscuro, en lo que pareció un parpadeo apareció en otra realidad, todo se veía antiguo, si sus sentidos y memoria no le fallaban estaba en la mansión Tsukinami.
-¿Mamá?-preguntó al ver una señora muy parecida a ella físicamente-¿Mamá?-pregunto de nuevo.
En medio de la desesperación empezó a tratar llamar la atención de alguien, más nadie la veía.
-Tiempo sin vernos Tsukinami-Cordelia estaba mirando mal a la supuesta madre de (...).
-Cordelia, que gusto tenerte aquí-sonrió de forma forzada.
-No estaría aquí de no ser por mi esposo, ese que tu intentas quitarme-la hija del rey de los demonios se acercaba a ella.
-Deja los celos-respondió cordialmente-Tu marido no es de mi interés-
Cordelia la sujetó del cuello y la azotó contra una pared-Cuidado con tus palabras-
Un desenfrenado combate se desató, ambas vampiresas peleaban con todas sus fuerzas dejando así un desastre por detrás. Cordelia se impuso en la batalla y finiquitó a la madre de (...), posteriormente acabó con todos aquellos que la conocían. (...), en cierto momento, se vió a si misma, llorando sola ante la escena, había salido a recolectar flores para su madre a petición de esta y esa salida se convirtió en su salvación.
Su madre sabía lo que pasaría, era de esperarse, Cordelia atacaría por su carácter impulsivo y por la fuerza que le condecoraba la herencia ganaría.
-¿¡(...)!?-escuchaba voces a los lejos pero no lograba distinguirlas.
En un instante estaba de regreso en lo que conocía como su mundo normal, tirada en el suelo del patio de la mansión Sakamaki, empapada en sudor y temblando.
-¿Qué paso?-Ayato se acercó a ella preocupado.
-Yo...-(...) lo miró-No lo sé-poco después se desplomó de nuevo en el suelo.
Regresó a aquel lugar del pasado, esta vez todo el castillo estaba sólo, lo que alguna vez había sido el seno de un clan lleno de vida ahora solo era un vacío. Lo que consideraron un asalto había sido sólo es resultado de la histeria de Cordelia.
-¿Qué hiciste?-Beatrix confrontó a Cordelia.
-Lo que debía ser hecho-
-Pequeña (...)...-se lamentó la rubia mientras dejaba que la tristeza del ambiente la invadiera.
¿Pequeña (...)? ¿A que se refería con eso? ¿Acaso tendrían un parentezco o se conocían?.
-De seguro figura entre mis víctimas-Cordelia rió.
Beatrix se resignó a mirarla, luego de un sacudón (...) se encontraba frente a Karlheinz y al padre de Carla y Shin, ambos hablaban tranquilamente desconociendo lo que recién ocurría con la rama secundaria del clan Tsukinami.
-Debemos resolver pronto aquello que nos aqueja-Karlheinz hablaba mientras que el otro escuchaba-De otra manera en algunos años habrán serios problemas-
