Durante la noche (...) se empezó a sentir realmente mal, pero no dijo nada pues no quería despertar a ninguno de los hermanos.
-No hagas esfuerzo-Ruki tocó su frente y posteriormente su cuello-Tienes fiebre-se levantó del borde de la cama de ella-Regreso en breve-
-¿Cómo sabías que me sentía mal?-preguntó antes de que él saliera.
-No te despertaste a la hora en la que siempre lo haces-después de decir esto salió de su habitación.
Se arropó hasta el cuello y se acomodó entre las sabanas, poco después el sueño le ganó.
Ruki regresó con un pequeño paño húmedo, se lo colocó en la frente a (...) y se sentó junto a su cama para estar pendiente de ella.
Largo rato después ella despertó, lo primero que se encontró fueron los ojos de Ruki que aún seguían posados en ella.
-Lo siento-se sentó de golpe-¿Has estado cuidandome todo este tiempo?-preguntó apenada.
Asintió con una leve sonrisa.
Ella se sonrojó y desvió la mirada.
-Hay un problema-Yuma abrió la puerta de la habitación de golpe.
-Quedate aquí-el tono de voz de Ruki cambió radicalmente, de dulce a frío.
Yuma y Ruki se fueron de la habitación.
-Cazadores-habló Yuma antes que Ruki tuviese tiempo para preguntar algo.
-¿Dónde estan?-
-Ya entraron en el perímetro de la propiedad-
-¿Qué esperamos entonces?-
Ruki y Yuma salieron de la mansión junto a Kou y Azusa, después de todo lo que los cazadores hacían era una violación entre los múltiples tratados firmados entre la raza vampírica y ellos.
-Bienvenida a tu peor pesadilla-
(...) supo instantaneamente de quien se trataba, Komori había regresado.
-O me acompañas o tus estimados amigos mueren-señaló por la ventana, los cazadores les superaban en número y armamento.
-Iré con ustedes-se apresuró a responder-Pero te ruego que no les hagas daño-
-Soy un hombre de palabra-respondió él y les hizo una pequeña seña a sus hombres.
Estos bajaron sus armas, poco después (...) fue llevada de vuelta al gremio de cazadores, su pesadilla revivía. Frente a todo esto los Mukami claramente se opusieron, pero la voluntad de ella era bastante fuerte y no dejaría que los hirieran.
-Ya sabes la rutina-habló el cazador.
-Adivino... ¿a la celda?-preguntó ella.
-Eso depende de tu colaboración-
Claramente le esperaba la celda pues (...) no planeaba decir nada que pudiese perjudicar a ningun vampiro.
-¿Qué estas haciendo tu aquí?-miraba sorprendida al calabozo, pues ya alguien esta ahí.