-¿Qué haces aquí?-Reiji habló fríamente.
-Nada de tu interés-Shuu, quien aun seguía recostado en la cama de (...), desapareció de mala gana.
-Hablas de forma cortés-habló la joven mientras despertaba-Pero sólo lo haces para ocultar el sadismo y la agresión que estan en ti-
-No recuerdo haberte dado el derecho de palabra-
-Eres demasiado estricto-ella replicó.
Reiji estaba molesto, se acercó, tomó a (...) del cabello y haló su cabeza hacia atrás con un movimiento brusco obligándola a verle directamente a los ojos.
-Creo que ya te he dejado en claro que estás en mi hogar, por ende seguirás mis reglas, te gusten o no. Además no quiero que nadie toque mi más preciada pertenencia y presa- acercó sus colmillos al cuello de (...), aunque ella se opuso y no hacía más que forcejear los clavó.
-Ella es una ivitada-Yuma les miraba desde la puerta-Por consiguiente merece un trato cortés-
Las palabras del Mukami hicieron hervir la sangre del Sakamaki, quien presionó aun más sus colmillos contra el cuello de la joven quien ya soltaba alaridos de dolor.
-Es suficiente-Yuma se acercó y alejó a (...) de las garras de Reiji.
-Gracias-ella se aferró a su salvador.
-Esto tendrá sus consecuencias para ambos-advirtió Reiji y poco después salió del lugar, no sin antes mirar a (....) esbozando una tétrica sonrisa que helaría la sangre de cualquiera.
-Yuma ya se todo-ella rompió el silencio después de un rato y le miró sonriendo levemente-Recuerdo mi pasado-soltó un par de lágrimas-Ya se lo que pasó con mi madre-
Él acarició suavemente su mejilla, secó sus lágrimas y la miró sonriendo algo melancólico.
-Gracias-ella lo abrazó.
-No tienes nada que agradecer-él sonrió correspondiendo.
-Si, tengo mucho por lo que agradecerte, empezando por soportar mis caprichos y terminando por cosas como las que haces para sacarme de apuros...-alzó la mirada y se quedó en silencio al verle, estaba sonriéndole aun. (...) se perdió en esa sonrisa que le hacía pensar que nada malo volvería a ocurrir y que estaba a salvo.