-Hace mucho no pasabamos tiempo juntos-Azusa sonrió tiernamente.
-Demasiado como para mi gusto-(...) devolvió el gesto.
Llevaban un largo rato caminando, comiendo helado y hablando tranquilamente. El día había sido maravilloso, ninguno de los dos lo cambiaría por nada.
-(...)...-él la miró y se detuvó de repente-Seré honesto, tu no eras lo que yo buscaba pero con el paso de los días me he dado cuenta de que eres todo lo que necesito...-un silencio incomodo se hizo dueño del lugar.
-Sabes Azusa...-ella empezó a hablar después de un rato-Cuando yo no sabía que era vampira siempre escuchaba a los humanos hablar de la raza vampírica de forma despectiva. Mucho decían de los vampiros, los tachaban de monstruos sin alma, de asesinos despiadados, de seres de oscuridad carentes de razón. Nadie pudo ver que los vampiros son realmente como los humanos, viven, se alimentan y sienten-
Azusa escuchaba atento a (...).
-Al igual que ustedes yo siento. De hecho en estos momentos no se que responderles por la confusión que me invade-
-No te preocupes por pequeñeces-Azusa tomó sus manos-Por alguien como tu que llega a la perfección por su singularidad cualquiera estaría dispuesto a esperar-
-¡Ustedes!-Ruki les llamó desde lo lejos-Es muy tarde como para que esten afuera-
Aunque odiasen admitirlo Ruki tenía razon, no era muy seguro merodear sólos a esas horas pues la seguridad no era algo que caracterizara la ciudad. Regresaron los tres a la mansión donde se hospedaban y se encontrsron con una pequeña sorpresa.
-(...)-Carla la miró-Es hora de que regreses a casa como la princesa del clan Tsukinami-
-La luna roja indica que es el momento pues en caso de que pase algo podremos protegerte porque ella aumenta nuestros poderes-intervino Shin.
-¿Tengo que irme con ustedes?-(...) estaba preocupada, no sabía que pensar de lo que le estaba por venir.
