-¿Te encuentras bien?-lo primero que (...) se encontró al despertar fue la preocupada mirada de Carla, quien pretendía que nada había ocurrido.
-¿Qué paso?-interrogó confundida y a la par aturdida.
-Te caiste y te golpeaste bastante fuerte-respondió mintiendo.
-Lamento haber causado molestias-sonrió inocente-Y gracias por preocuparte-
-Te dejaré para que logres descansar un rato-
Carla salió de la habitación agradeciendo la amnesia que sufría (...), pues si recordara la verdad posiblemente se vería obligado a hacer lo impensable.
Shin se cruzó en el camino de Carla-Eso fue inmoral, primero engañarla, luego hacer que pierda la memoria y mentirle de esa forma-
-Sabes que no tuve opción-replicó Carla.
-Quizá no sea lo que ella quiera-
-Pero es lo que esta destinada a ser, le guste o no el linaje del clan Tsukinami y de los originales se debe mantener puro-
Shin siguió su camino derrotado, por ese fuerte actuar es que Carla ahora llevaba las riendas del clan, y aunque le molestaran algunas de sus acciones sabia que en el fondo trataba de hacer lo correcto.
-¿Qué es esto?-(...) miró una rosa posada sobre el borde de su ventana.
Al acercarse se encontró con que la rosa no estaba sola, un sobre hermosamente decorado y perfectamente sellado se acomodaba junto a ella.
Al sujetarlo y ver el nombre del destinatario su corazón empezo a latir más rápido, sabia que después de leerla algo grande ocurriría.
-¿Debo ir?-se cuestionó al leer el contenido de la carta, la difícil decisión que sabría llegaría se había anticipado bastante.