-¿Un gato? ¿Qué hará por aquí?-(...) se preguntó mientras seguía al animal por los rosales de la mansión-Hola pequeño-se acerco a él y lo alzó en brazos, a decir verdad era excesivamente tierno el minino-Te llevaré conmigo-
Y así empezó una tarde de juegos con el pequeño animal. La mirada de Shuu no abandonaba a (...) en ningun momento, ya de por si la joven era hermosa y verla jugar despreocupadamente con el animal solo resaltaba lo jovial y alegre de su carisma.
-¿Qué tanto ves?-Reiji preguntó con su clásica actitud cortante.
Shuu continuó viendo por la ventana, parecía estar perdido en la vista.
-No responder es de mala educación-Reiji se acercó a la ventana, pero un brazo le impidió seguir moviendose.
-No veo más que el paisaje-Shuu mintió, según su opinión nadie más merecía ver eso, la vista de su amada (...).
-Aparta-Reiji quitó la mano de su hermano molesto, y no vió a nadie.
Para la suerte de Shuu, (...) había entrado a la mansión junto al pequeño minino.
Los celos cada día aumentaban más entre los hermanos, la estadía de (...) en la mansión era una catástrofe. Por una parte sacaba sonrisas a todos los vampiros y por otra los hacía odiarse mas, pues la celaban sin ser nada y sobreprotegían de los demás.
-¡Regresa aquí!-el animal saltó de los brazos de (...) y empezó a correr libremente-Ahora si estoy en problemas-pensó en voz alta.
-¿En problemas?-rió Raito-Esa suele ser mi posición, ¿qué hiciste pequeña traviesa?-esbozó una sonrisa de medio lado.
-Nada, solo pensaba en voz alta...-retrocedió un par de pasos.
-Yo no me he ni acercado y ya huyes-
-Ahora no puedo conversar, tengo algo pendiente que hacer-salió corriendo en busca del gato.
Tras correr y correr dando vueltas por la mansión vio al gatito saltar encima de un sofá. Ella veía el sofa desde el respaldar, así que se acerco a ver si el minimo estaba ahí. Cuando estuvo lo suficientemente cerca se llevó una gran sorpresa pues una mano la jaló haciendo que cayese en el sofá.
-¿Shuu?-preguntó (...) estando sobre él-Veo que le encontraste-sonrió al ver al gato plácidamente dormido sobre él.
-Podría decirse que el gato me encontró a mi-sonrió, se levantó levemente para no despertar al minino y susurró-Se que me quieres, puedo verlo, perdámonos juntos, pues mi deseo es incluso más dulce que tu sangre-