En un principio, los dioses crearon a Kim Seokjin o Jin como yo lo llamo. Y también me crearon a mí, Jeon Jungkook. Dos hombres, ambos de la misma edad, caminando por el mismo campus pero opuestos en casi todos los sentidos.
Sorprendentemente, podemos cohabitar en el mismo espacio sin matarnos el uno al otro.
La mayoría de los días, hago estas cosas para tratar de medirlo a él y a cómo responderá. Aunque no es que quiera lastimarlo, de hecho, solo quiero obtener una reacción de su parte.
Ha sido inútil hasta ahora. No he averiguado mucho sobre él.
Es intrigante de una manera exasperante. Quiero arrastrarme dentro de su mente y echar un vistazo a lo que guarda allí dentro.
Probablemente sea todo agradable y organizado como su vida en general.
Miro a Jin por el rabillo del ojo y tomo un largo sorbo de mi cerveza. El líquido frío se desliza por mi garganta y me hace cerrar los ojos.
No conozco bien a Jin en absoluto. De hecho, lo acabo de conocer después de responder a un anuncio de búsqueda de compañero de cuarto hace como dos semanas. Lo que sí sé es que es muy callado, y puedo decir que es brillante. Más inteligente que yo, eso es seguro. Siempre está leyendo; tiene su Kindle en mano en todo momento del día, debe tenerla guardada en un bolsillo oculto en algún lugar de sus característicos jeans oscuros.
Sabes, ahora que lo pienso, nunca lo he visto con otra cosa que no sea ropa oscura. Pantalones negros, henley gris oscuro de manga larga, botas negras. Incluso su pijama es negro. Ayer, en un ataque de severa curiosidad, eché un vistazo a sus cajones en búsqueda de cualquier signo colorido, y no encontré ninguno. Su ropa interior es negra o gris oscuro. Este hijo de puta tiene serios problemas con las paletas de colores.
Tengo el impulso de guardar un par de calcetines coloridos en su cajón para verlo perder la cabeza.
No es que realmente pierda la cabeza. Por lo general, solo frunce el ceño.
Lo miro, y si entrecierro los ojos correctamente, se parece un poco a Ben Barnes en esa película aburrida de Dorian Grey. Todo misterioso y esbelto.
Yo, por otro lado, con la seriedad necesito ayuda. Mi pelo rubio ha crecido demasiado y le vendría bien un corte. Observo mi camisa amarilla brillante y me froto una mancha de aceite que me cruza un costado. Parece un trozo de adhesiva sucia.
Bueno, al diablo. Tendré que ir muy pronto a Walmart y comprarme un nuevo paquete de camisetas. Probablemente debería llevarme dos paquetes, solo por si acaso. Con mi trabajo actual en el depósito de chatarra de mi tío, mi ropa se destroza todos los días.
Pasando una mano por mi cabello desordenado, me recuesto en mi silla y tomo otro trago de cerveza. Me froto la barba que recubre mi mandíbula y noto que necesito una afeitada.
Probablemente mañana, si no me olvido.
O tal vez la próxima semana una vez que mi barba se haya asentado.
Hablando de hacer planes.
—Hey, Jin—digo de repente, haciendo que aparte esos ojos oscuros de su Kindle.
Levanta una ceja y siento que me sonrojo un poco. Dios, este tipo me hace sentir como un tonto simplemente por existir. Ese es un talento fantástico el que tiene. Debería capitalizarlo, ganaría millones.
—Saldré con algunas personas esta noche.
Jin sigue mirándome, probablemente esperando a que vaya al grano. Probablemente se esté lamentando su decisión de compartir este espacio conmigo. Desde que desempaqué mis cosas, he sentido su decepción por elegirme como su compañero de cuarto. Probablemente no pueda esperar para echarme una vez que finalice mi contrato de arrendamiento.
ESTÁS LEYENDO
Compañeros de Cuarto
De TodoY vuelvo a publicarlo por si aun no lo terminaron y porque es una serie de libros. Pareja Principal: Jin y Jungkook