Uɴᴛᴏᴜᴄʜᴀʙʟᴇ -[Tabi x Agoti]

#23

Mirando con incredulidad a su alrededor, Tabi simplemente volteó a ver con inquietud a Agoti, empezando a reír con algo de nerviosismo mientras trataba de no entrar en pánico debido a la situación que se le había presentado.

— Por favor, dime que es una broma y que tú no compraste este edificio. —Dijo el ruso acercándose al alpha, apoyando sus manos en los brazos del sonriente chico.

— No lo hice. —Respondió moviendo rápidamente su cola.

— Ufff, gracias al cielo. —Suspiró con alivio.

— ... ¿Ahora quieres la verdad o debo seguir mintiéndote? —Arqueó un poco sus cejas.

— ¡Por Dios, Agoti!, ¡¿Enserio compraste la empresa en la que trabajaba?!

— La empresa no, el edificio sí, la empresa se fue a quiebra por las demandas. —Levantó sus hombros.— Pensé que esto te haría feliz, lo compré para ti.

— ¿Ah, para mi? Pero, ¿qué se supone que haga con tremendo edificio? —alzó sus brazos enfatizando en lo enorme que era la instalación.

Contaban con 5 pisos, definitivamente no sabía que podría hacer con tremendas instalaciones, ¿cómo fue que ese chico pensó que sería buena idea comprarle un edificio entero a un omega en proceso de embarazo?

Llevando sus manos a su cabeza, se dio la vuelta para alejarse un poco de Agoti, quien se apresuró a caminar detrás de él, simplemente regañó en voz baja todas las malas decisiones que el alpha había tomado a sus espaldas durante los últimos meses, sabía que era impulsivo con las compras, pero jamás pensó que sería a ese nivel.

— Traanquiilo. —Habló el digidevil.— Lo compré para algún proyecto que tengas en mente, pensé que sería un bonito detalle, te apoyaré monetariamente con lo que te propongas.

— ¿Qué eres?, ¿mi banco con patas?

— Puedo ser lo que tú quieras, solo pídelo.

Sintiendo la respiración del chico en su nuca, pudo percibir como se erizaba la piel detrás de su cuello por su cercanía, alejándose rápidamente entre risas nerviosas; cuando Agoti se comportaba demasiado cariñoso o atento era porque deseaba algo a cambio, ¿qué quería?

Sin embargo, el otro chico tomó sus manos, entrelazando sus dedos de forma mimosa para así dedicarle una embobada sonrisa que le dejó totalmente descolocado, no podía creerlo.

— Agoti, carajo. Reacciona, pareces estar en otro mundo. —Apartó sus manos rápidamente.

— Oww, pero-

— Actúa normal, Agoti. Te estás comportando raro desde que te dije que-... Ah.

Apresurando el movimiento de su cola, Agoti simplemente asintió; desde que Tabi había admitido que le gustaba un poco se había estado esmerando demasiado en impresionarle con regalos costosos, mimos, y entre muchas otras cosas, diablos, este sujeto lo tenía todo en la vida, ¿cómo podía estar tan obsesionado con él? Literalmente no podía ofrecerle nada mejor de lo que ya tenía.